El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, denunció este martes que Organizaciones No Gubernamentales (ONG) asentadas en el país recibieron fondos del gobierno del Reino Unido para financiar actividades destinadas a apuntalar el pretendido gobierno interino de Juan Guaidó.

En concreto, Rodríguez se refirió a repartos de «dólares en efectivo» a ciertos funcionarios y a desembolsos bancarios a tuiteros afines al «gobierno de Narnia» (a Guaidó), en este último caso bajo la mampara del apoyo a «funciones educativas» canalizadas a través de organismos no gubernamentales.

Sobre estas bases señaló que las ONG implicadas en esta componenda con Londres se comportaban como «partidos políticos».

«Si usted quiere hacer política, haga política. Vaya al Consejo Nacional Electoral, cumpla con los requisitos de ley y se inscribe como partido político. Uno de los requisitos de ley de un partido político en Venezuela es que no puede, bajo ningún concepto, recibir financiamiento de gobiernos o potencias extranjeras. Es ilegal», fustigó en el marco de la discusión de un proyecto de ley con la que se pretende regular la actuación de las ONG en el país.

El dirigente socialista añadió que en todas las oportunidades en las que se ha revelado la implicación de entes no gubernamentales y gobiernos «plagados de buenas intenciones (…), lo que aparece por detrás son siniestras intenciones».

Enfatizó asimismo que el instrumento legal presentado ante el pleno del Legislativo aspira que «las ONG, supuestamente diseñadas para atender búsqueda de bienestar de la población en salud, en educación, en tecnología, en protección climática, cumplan con su función específica».

El financiamiento del Reino Unido a la sedición en Venezuela

Estas recientes acusaciones se inscriben en un historial más extenso de injerencias de Londres destinadas a derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, sacar provecho de las riquezas petroleras y apropiarse del activos del Estado venezolano.

El medio independiente británico Declassified-UK, reveló en varios trabajos periodísticos sustentados en informes oficiales la constitución de oficinas y el financiamiento de ONG para fortalecer el así llamado interinato.

Un primer reporte de octubre de 2020 detalla cómo el gobierno de Boris Johnson transfirió 450.000 libras esterlinas –unos 591.000 dólares estadounidenses al cambio de la época– a la ONG Transparencia Venezuela, «una rama local de la ONG internacional Transparencia Internacional, para formar una coalición encabezada por un opositor abierto al gobierno de Nicolás Maduro».

Se detalla que «el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido declaró que otorgó 250.000 libras en 2019 para establecer la Coalición Anticorrupción, que describe como una coalición anticorrupción de la sociedad civil y actores de medios libres, para ayudarlos a combatir la corrupción y el crimen organizado en Venezuela», a lo que se sumaron otras 200.000 libras entre marzo y diciembre de 2020 «para fortalecer la sostenibilidad de la coalición».

Otro informe aparecido a principios de enero de 2021 refiere que el Reino Unido desembolsó 750.000 libras esterlinas para promover «el periodismo de investigación» en América Latina. De esto se habrían beneficiado al parecer portales como Efecto Cocuyo, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría y el Instituto Prensa y Sociedad (IPyS).

«El objetivo del nuevo proyecto de periodismo del fondo es la creación de una nueva plataforma que fortalezca la organización de los medios en toda la región y proporcione a los periodistas una plataforma en la que puedan colaborar y construir historias regionales», según se cita en un documento de la Fundación Westminster para la Democracia (WFD) consultado por los autores de la investigación periodística.

En el caso venezolano, la construcción de «historias» implicó el desarrollo de una campaña contra Maduro y su gobierno. 

A esto se sumó una denuncia todavía más inquietante aparecida en enero de 2022: la conformación de una «unidad secreta» dentro del gobierno británico para «reconstruir Venezuela», cuyo propósito real era sacar provecho de la explotación petrolera.

A pesar de las pruebas de su existencia, pues sus integrantes visitaron subterfugiamente la capital venezolana varias veces entre 2019 e inicios de 2020, el ministerio de Asuntos Exteriores negó categóricamente la especie a Declassified y evadió responder a las preguntas que le fueron enviadas sobre el tema.

(LaIguana.TV)