Una semana después de los dos potentes sismos que azotaron el sureste de Turquía y el norte de Siria, los rescatistas encontraron a una persona viva entre los escombros.

Según reportara la periodista Madelein García, enviada especial de teleSUR a la zona del desastre, el hallazgo se produjo en la ciudad de Adiyaman, ubicada en una de las 10 provincias turcas que fue duramente golpeada por los terremotos.

EFE recoge que el último balance presentado por Ankara y Damasco indica que se ha confirmado el deceso de más de 35.000 personas y los heridos se cuentan por cientos de miles.

Ahmet Ovgun Ercan, catedrático de geofísica de la Universidad Técnica de Estambul, estimó en Twitter que debajo de los restos de las edificaciones podrían continuar enterradas unas 155.000 personas.

Asimismo, las autoridades calculan el número de afectados directos por el movimiento telúrico podría ascender a 15 millones.

Entretanto, miles de voluntarios procedentes de decenas de países se han apersonado en las zonas devastadas para prestar asistencia al gobierno turco. Sin embargo, el mal estado de las carreteras tras la catástrofe, así como la aparente falta de preparación de Ankara para lidiar con una tragedia de gran magnitud, han dificultado la recuperación de lesionados y fallecidos.

(LaIguana.TV)