“Chile está viviendo un momento muy especial porque por primera vez se está volviendo a hablar del golpe militar y empieza a surgir una preocupación por determinar el papel que el imperialismo tuvo en esa acción criminal”, estimó Atilio Borón, quien habló desde Santiago, donde ha participado en las actividades conmemorativas de los 50m años del golpe de Estado contra Salvador Allende.

“Me da la impresión de que a propósito de este aniversario se ha producido una apertura en el discurso político chileno y comienzan a verse aspectos que antes estaban, pero no se veían. Un ejemplo es el carácter criminal de la dictadura pinochetista  y el carácter corrupto de todos aquellos que fueron funcionarios y colaboraron  en ese proceso –dijo, en su participación en el programa Desde donde sea, que conduce Miguel Ángel Pérez Pirela-. También se están reevaluando los logros que había conseguido el gobierno de la Unidad Popular, en beneficio de la mayoría de la población. Se ha recuperado la valoración de la importancia que tenían las 40 medidas con las cuales Allende quiso reestructurar la sociedad, la economía y la política chilena”.

Advirtió el intelectual argentino que, en contrapartida, es preocupante que se incorporen a la vida política personas absolutamente despolitizadas, que creen en la antipolítica y están dispuestos a ir a las elecciones a votar en contra de cualquier cosa que se les proponga.

“Tan es así que es muy posible que sea rechazada la nueva propuesta de Constitución, a pesar de que es un retroceso, pues resulta más conservadora que la presentada el año pasado. Es muy probable porque hay 7 millones de electores, cerca de la mitad del padrón, que militan en un grupo al que le va de madre la política y está en contra de cualquier cosa que les proponga el gobierno, el Estado o los partidos políticos, incluso los de derecha. No sería raro que el final de todo este período de expectativa de cambio constitucional, que se origina en el estallido social de octubre de 2019, sea el mantenimiento en vigencia de la Constitución de Pinochet. Según mis informantes en Chile, eso puede pasar porque la gente está harta de la política y de los políticos. Y es lógico porque cuando los políticos no responden a las necesidades de la gente, no se puede esperar que la gente respalde las propuestas de los políticos”, enfatizó el entrevistado.

“Chile tiene un presidente demasiado sujeto a las presiones de Estados Unidos, con una debilidad muy grande. Es un gobierno al que le falta energía y no ha cubierto las expectativas que se generaron a su alrededor. Incurre en una hiperintelectualización de la política, con posturas de actor posmoderno. Está desorientado y, además, hay una muy eficaz y silenciosa penetración de los cargos de la administración pública y del cuerpo de asesores más inmediato al mandatario por gente sometida a la ideología norteamericana y al oenegismo estadounidense. La incógnita es ver quién puede venir ante una derrota del partido del actual presidente. Ojalá que no sea una opción fascista. El ambiente está muy fluido, así que podrían aparecer personajes imprevistos”, comentó Borón.

Ante una reflexión de Pérez Pirela sobre la entrega del proyecto constituyente a la ultraderecha, por parte de Boric, cuyo liderazgo nació de las protestas del año 19, Borón coincidió en que “hubo inacción por parte del gobierno, dejó hacer, se declaró neutro, cuando debió haber sido militante, como lo fue el presidente Hugo Chávez, en Venezuela; como lo fue Rafael Correa, en Ecuador; como lo fue Evo Morales, en Bolivia. Fue desconcertante para el electorado chileno haber recibido una propuesta de reforma constitucional y que el presidente haya mirado para otro lado, como si fuese un tema ajeno, cuando era un asunto fundamental, fundacional del país”.

Autobiografía, pronto disponible

Borón informó que se acaba de publicar su autobiografía, titulada A contramano, una historia novelada de su vida. “Esto se logró gracias a una entrevistadora muy sagaz, que me llevó de la mano en todos mis recuerdos políticos, que arrancan desde que era muy pequeño, un niño que aún no iba a la escuela primaria, y llegan hasta la actualidad, hasta ayer”, explicó, y dijo que espera que la obra esté disponible en Caracas para la Feria del Libro de Venezuela, pautada para noviembre.

“Allí relato uno de mis últimos encuentros con Fidel, como parte de un grupo de unas 15 personas. Uno de los presentes expresó su pesar por la situación del mundo (el cambio climático, las amenazas de guerra mundial, la crisis económica) y preguntó qué vamos a hacer. Y Fidel respondió: ‘¿Qué vamos a hacer?… Lo que hemos hecho toda la vida: luchar. Aunque venga un astrónomo y nos diga que se acerca un asteroide gigante que va a borrar todo vestigio de vida en el planeta, a nosotros nos toca luchar hasta el final. No tenemos otra opción. Ese es el mensaje que quiero transmitirles a las amigas y los amigos de toda Latinoamérica. Esa es nuestra misión: luchar y luchar, no ceder, porque la razón está de nuestro lado, pero tenemos que hacerla prevalecer”.

(LaIguana.TV)