Cerca de las 7:00 de la noche de este domingo, la tragedia arropó el Geriátrico Chivacoa en Altamira, municipio Chacao, tras un fuerte incendio que acabó con la vida de ocho abuelas. A horas de haberse iniciado las investigaciones, un grupo de vecinos aseguraron que en el instituto se hallaron muchas irregularidades. 

 

Alexander Borges y Henry Mendoza, vecinos que colaboraron en el rescate, confesaron que algunos ancianos “estaban tan sedados que ni se dieron cuenta de lo que pasaba, y otros fueron vistos amarrados con sábanas a sus sillas”, lo que impidió su rescate.  

 

Los voluntarios coincidieron en que las todas las puertas estaban cerradas, no había escape de emergencia y que ellos y los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), tuvieron que romper ventanas para ingresar al sitio, que se desmoronó.  

 

“Los primeros que llegaron fueron unos efectivos de GN que patrullaban por la zona. Unos seis jóvenes uniformados se lanzaron al interior de la casa, sin máscaras ni equipo y después, nosotros. Vimos a los calcinados desde el techo que colapsó”, narraron los ayudantes. 

 

Según las investigaciones, el voraz incendio duró menos de 20 minutos, del total de fallecidas, tres murieron calcinadas y cinco asfixiadas. 42 ancianos y ancianas residían en el geriátrico Chivacoa, incluyendo al periodista Leopoldo Linares, de 83 años, quien sobrevivió. 

 

De acuerdo con versiones preliminares, en el ancianato no había personal suficiente, quien velará por las personas de tercera edad. La noche de la tragedia sólo estaba una cocinera y un enfermero, que llegó justo cuando se prendió el fuego.

 

(LaIguana.TV)

 

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