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‘David León’, ‘Móvil 7’, ‘Capulina’, ‘Boliqueso’, ‘Puntilla’, ‘Martín Alcalde’, ‘Nicolás’, ‘Inglaterra’ y ‘Dunkan’.

Esos alias no están en la memoria de la opinión pública y aunque parecen irrelevantes frente al protagonismo que tuvieron capos como Pablo Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela, hoy –junto con ‘Otoniel’– son las cabezas de estructuras mafiosas que han logrado mantener vivo el tráfico de cargamentos de cocaína. 

 

Acabar con esa herencia, que ha generado que ese delito subsista pese a la caída de históricos capos, es el reto que se han trazado la Policía, la Fiscalía y agencias de Estados Unidos.

 

Parte de ese plan se discutió el pasado 7 de octubre, en la sede la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida, Estados Unidos, en un encuentro en el que estuvieron el Director de la Policía y el Vicefiscal con el Departamento de Justicia. 

 

El general Rodolfo Palomino, director de la Policía y quien estuvo en la reunión, dijo que uno de los puntos tratados fue la cooperación técnica e intercambio de información para “evidenciar cuáles son esas personas que entran a cubrir los espacios que dejan capos”. Y agregó: “Buscan mantener perfiles bajos y llamar menos la atención (…). Nuestra preocupación hoy es saber quiénes han heredado esa actividad del narcotráfico”.

 

Fuentes federales indicaron que el principal objetivo es acabar con el ‘clan Úsuga’, red contra la que la justicia de EE. UU. emitió acusaciones contra cerca de 20 de sus miembros. “En la reunión se trató el impacto del ‘clan Úsuga’ y su cobertura en el área del Pacífico y Urabá”, dijo uno de los investigadores federales.

 

Añadió que en este momento, además de ‘Otoniel’, los ojos de la DEA están puestos en Carlos Antonio Moreno Tuberquia, ‘Nicolás’, exparamilitar que se perfila –por encima de alias Gavilán (segundo jefe de la red mafiosa)– para asumir el poder en caso de que el máximo jefe caiga en la operación que se adelanta en el Urabá. La Policía también trabaja en documentar pruebas contra cuatro familiares, entre ellos una mujer, de alias Otoniel.

 

Asimismo, investigadores de la Policía, de acuerdo con oficiales de esa institución, trabajan con agencias de EE. UU. en planes estructurales para acabar de raíz con las bandas y llamadas oficinas de cobro. 

 

“Antes EE. UU. se preocupaba por capturar y extraditar a los capos o lograr extradiciones masivas. Ahora se han dado cuenta de que esas oficinas de cobro al servicio del narcotráfico alimentan a las redes de narcotráfico”, señala un oficial que trabaja de la mano con la DEA.

 

‘Puntilla’, objetivo

 

Por eso, están enfocados en identificar a los nuevos herederos y a aquellos que se perfilan para ser sucesores. Eso, sin importar si pueden o no ser extraditados. Así, por ejemplo, tienen entre sus blancos a un hombre al que llaman ‘Puntilla Pachón’. A este, un veterano narco, sus ‘enemigos’ le abrieron un blog con todo su historial criminal. Él, con otro hombre conocido como ‘Martín Alcalde’, figura como el nuevo jefe de los ‘Rudos’, la organización que, con incidencia en los Llanos y Bogotá, heredó el poder narcotraficante del extraditado capo el ‘Loco’ Barrera.

 

En el caso de ‘Puntilla’, aún no tiene orden de captura, pero la Policía y la DEA trabajan en documentar los homicidios que habría ordenado para quedarse con esa estructura. “Dos de sus hijas viven en Estados Unidos. Se moviliza en carros blindados de alta gama, pero en el Magdalena Medio, por donde se estaría moviendo hoy con la seguridad de antiguos paramilitares, prefiere movilizarse en camionetas”, se lee en un documento de inteligencia.

 

Los investigadores dicen que ‘Puntilla’ se inició en el crimen al lado de los Ochoa cuidando sus caballos. No descartan solicitar el testimonio del ‘Loco Barrera’ y hasta del general (r) Mauricio Santoyo, quien tendría conocimiento del actuar ilegal de este individuo. Santoyo está preso y condenado en EE. UU. por nexos con grupos ilegales.

 

El general Palomino indicó que Estados Unidos no descartaría pedir en extradición a alias David León, el sucesor del extinto capo del Catatumbo ‘Megateo’, y a Javier Ignacio Rubiano Cantor, alias Móvil 7, quien figura como el heredero del también extinto narcotraficante ‘Pijarvey’, quien fuera el jefe de la disidencia del Erpac en Vichada. Esta semana, al mando de la disidencia en Meta, ‘Jhonatan’ o ‘Enano’, fue capturado.

 

Los del Valle

 

En cuanto a los ‘Rastrojos’, luego de la entrega en el 2013 de los hermanos ‘Comba’, esa banda criminal se dividió y surgieron varios narcos que querían ser jefes. Esa división terminó por facilitar la captura de esos narcos, y actualmente entre los objetivos están dos veteranos narcotraficantes: alias Capulina y Boliqueso (Eduard Fernando Cardoza-Giraldo). Este último tiene un proceso por narcotráfico en Estados Unidos. “Alias Capulina se habría iniciado en el mundo criminal con el capo alias Jabón”, reza un documento de inteligencia.

 

Sus antiguos socios y aliados, que lo pusieron a salvo cuando los ‘Comba’ lo declararon objetivo militar, ya fueron capturados o se sometieron a la justicia. Se trata de ‘Flaco Armando’ y ‘Mueble Fino’, quienes están a punto de ser extraditados a EE. UU., y ‘Kike Jaramillo’, quien se sometió ante la DEA.

 

En cuanto a la ‘oficina de Envigado’, que en los últimos 15 años ha tenido una decena de jefes, el actual heredero es un exparamilitar que se fugó de prisión en el 2010. Se trata de Carlos Arturo Hernández Ossa, ‘Dunkan’; pero hay otros cuatro nuevos capos que aunque aparecen en expedientes del Departamento del Tesoro de EE. UU., aún no tienen orden de captura en el país.

 

(eltiempo.com)