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Desde enero hasta noviembre, Enrique Mendoza, diputado electo en Miranda por Copei, con el respaldo de 234 mil 272 de los escrutinios (el segundo más votado en la entidad) solo asistió a una sesión este año, la de instalación del Poder Legislativo el 5 de enero.

 

De las cinco sesiones realizadas en noviembre, incluyendo una especial en Maracaibo, su suplente, el diputado Ángel Medina, acudió a tres llamados. Mientras que en octubre, el dirigente de Acción Democrática pudo cubrirlo en los cuatro debates en Plenaria.

 

Entre agosto y septiembre, en el que los legisladores estuvieron ausentes por un mes debido al receso parlamentario establecido en el Reglamento de Interior y de Debates de la AN, Medina asistió a tres de seis encuentros.

 

Ante la incógnita de qué ocurre con Mendoza por su año sabático en el Parlamento, se pudo conocer a través de una fuente opositora, que se encuentra activo y participando en actividades políticas.

 

“No tengo información de que él esté enfermo en este momento, a principios de año sí fue operado de emergencia por un cateterismo a raíz de una subida de tensión muy fuerte, a partir de allí a él le ordenaron mucho reposo y estar tranquilo”, explica, sin embargo, añade que ahora “está muy activo en política” y lo ha “visto bien en distintos actos”.

 

La fuente desconoce si el objetivo de su participación en las actividades políticas es postularse nuevamente como diputado al Parlamento, proceso que se llevará a cabo el próximo año y que será para elegir a los diputados del período 2016-2020.

 

Frente al escenario de ausencias, los analistas consideran que quienes fallaron en este Parlamento no deberían optar nuevamente al cargo en el próximo período.

 

Jesús Castillo, politólogo, estima que en 2010 cuando la oposición logro obtener presencia en la AN, luego de cinco años de ausencia, el bloque lo asumió sabiendo que no tenían mayoría y debía ser usado como “una bandera de lucha para los sectores que ellos representan y ahora es muy lamentable que entrando al final de su gestión veamos que hay diputados que no asistieron, que no tomaron la palabra y que no lograron incorporar a su suplente”.

 

Sobre el caso de Mendoza, el politólogo considera que él representó un proceso de participación ciudadana en Venezuela, “tiene una línea parlamentaria, y si no lo hace, al no haber plan ni compromiso, por qué no se da la oportunidad a que otro sector sea tomado en cuenta, los que son parlamentarios ahora de la oposición no tienen la moral para ser reelectos porque no demostraron compromiso ni resultados, con algunas excepciones”.

 

(Panorama)

 

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