cuadro-a10.jpg

Los detenidos del Centro Socioeducativo Pablo Herrera Campíns situado en El Manzano, estado Lara, comenzaron el pasado miércoles un levantamiento, aparentemente por el hambre que estarían presentado en el lugar.

 

De acuerdo con el testimonio de Yaneth Páez, mamá del joven José Gallardo, quien está interno en el retén, señaló que todo el servicio de la referida instalación muestra deficiencias, en consecuencia los muchachos se manifestaron ante la escasez de alimentos, reseñó El Impulso.

 

Al parecer, la protesta de los privados de libertad se realizó con una huelga de hambre, en la cual nueve de los involucrados del bloque A se cosieron los labios; mientras que ciertos detenidos del bloque B intentaron auto flagelarse.

 

Para el jueves a tempranas horas, dos madres de los internos entraron al lugar con la juez Alicia Mortiba, encontrándose con el sector B completamente arruinado.

 

Supuestamente, los miércoles en la noche algunos de los adolescentes lograron ser llevados al sector B, procedimiento que no tomó en cuenta el acta formulada por la jueza. En el traslado, según relató el diario, los detenidos quisieron protegerse, sin embargo en ese instante habrían sido violentados.

 

“Los desplazados tienen heridas profundas y necesitan de insumos, gasas y soluciones porque están deshidratados por toda la sangre que han perdido”, expresó la señora Yenny Pérez.

 

“Ellos esperan que los jóvenes se auto flagelen para resolver y traer la comida, no estamos pidiendo un hotel cinco estrellas pero por lo menos que se respeten sus derechos, y que si ellos cometieron un error que les dejen pagarlo tranquilamente porque esto es un centro socio educativo y los tratan como presos de Uribana”, agregó la mujer.

 

Por último, las representantes exhortaron al gobernador larense, Henry Falcón a establecer conversaciones con sus muchachos y poner en práctica el convenio previamente determinado; en este se estipulaba la distribución de comida cada 21 días.

 

(LaIguana.TV)