Con el alma hecha pedazos Eddy Parra se presentó esta mañana a la morgue forense de Maracaibo para retirar el cadáver de su hijo menor de 12 años que 24 horas antes había asesinado su hijo mayor de 18.
“Luego que Edduin José mató a su hermano Eddy José, se fue y llegó a su casa como si nada”, dijo refiriéndose al mayor de sus tres hijos, actualmente preso en la delegación del Cicpc-Zulia.
Dijo que su hijo mayor vive con su madre en el barrio Felipe Pirela de Maracaibo y que de vez en cuando lo visitaba en el edificio de Ciudad del Sol en San Francisco donde él vivía junto a Eddy José y su madre.
“La ultima vez que fue llegó con su amigo y a los tres les preparé el almuerzo. A mi hijo menor le gustaba que él (Edduin) fuera al apartamento para jugar playstation”, comentó este compungido padre.
Precisamente ese playstation fue uno de los objetos que Edduin le robó a su hermanito junto a su amigo Jonathan Brayan Rival Beana (18), también preso en el Cicpc.
Esta mañana el comisario Darwin Linares, jefe de la policía científica en el Zulia, informó sobre el rápido esclarecimiento de ese aberrante homicidio y confirmó que al niño de doce años lo mataron con una pequeña mandarria para robarle su celular Vetelca, modelo Victoria, una tablet Canaima y un playstation.
El primer aparato fue encontrado en poder de Edduin y lo demás lo tenía Jonathan, al momento de ser arrestados en el barrio Felipe Pirela la tarde de ayer.
El hermano mayor había planificado robar al menor y ayer en la mañana concreto su malévola idea matándolo a golpes. Según los investigadores los dos homicidas llegaron a las ocho de la mañana aprovechando que su padre y la madre de Eddy habían salido de compras. No fue hasta las diez de la mañana del sábado cuando el padre llegó al cuarto piso del edificio y encontró a su pequeño inconsciente en su habitación. Lo llevaron al hospital Noriega Trigo pero ya estaba sin vida.
Marco Bermúdez, tío de Eddy José Parra Bermúdez, dijo que su sobrino había pasado para primer año, estudiaba en la unidad educativa José Manuel Rodriguez y era cinta amarilla en Taekondo.
Los detectives del Cicpc aseguraron que los dos jóvenes criminales actuaron sin estar bajo los efectos de drogas o alcohol.
