Su nombre es Xiao Wang y es oriundo de China. Su obsesión por un Iphone 4 lo llevó a donar un riñón para poder comprar el popular teléfono.

 

Alrededor de 22 mil yuanes le costó a Wang su órgano, operación que realizó en una clínica clandestina. Los efectos de la improvisada operación sobrevinieron en una infección en su restante riñón, lo que por poco le cuesta la vida.

 

Al enterarse, sus padres tuvieron que invertir una cuantiosa suma en diálisis y demás gastos clínicos que sumergieron a Xiao Wang en una tortura, postrado a una cama, sometido a tratamientos dolorosos durante 7 años. 

 

La querella contra la clínica y los intermediarios que llevaron a cabo la intervención quirúrgica lograron sus frutos, por lo que la familia fue indeminizada.

 

Wang podrá vivir solo unos tres años más si antes no consigue un riñón.

 

(LaIguana.TV)