Por la puerta de atrás y con más penas que glorias, se fue Theresa May. Su renuncia, que se hará efectiva el próximo 7 de junio, era previsible tras las enormes presiones que se levantaron en su contra. En la hora final, hasta su propio partido le dio la espalda a una premier que no pudo lograr el apoyo para su propuesta Brexit, que sacaría a su nación de la Unión Europea (UE).

 

Sola y entre lágrimas, la primera ministra británica se despide de su cargo y abre una puerta que podría llevar a Reino Unido a una salida mucho más traumática de la UE. En su partida, VT Actual presenta las 7 razones que llevaron a la renuncia de Theresa May.

 

7. May provocó una profunda división en Reino Unido (RU)
 

La premier conservadora deja un país profundamente dividido, incapaz de ponerse de acuerdo en la forma y el momento en que saldrán del bloque europeo. Su falta de habilidad para hacer realidad el deseo de una mayoría simple para que Reino Unido saliera de la UE, se ganó el repudio de importantes sectores de la sociedad británica. Los pocos que le apoyan defienden su modelo Brexit, pero sus adversarios cuestionan la debilidad de May en las negociaciones.

 

6. El brexit le quedó grande

 

El 52% de los británicos decidieron que su país salga del bloque europeo. Ello costó la renuncia de otro primer ministro, David Cameron, quien declinó a su cargo tras reconocer anunciar: “no creo que sea correcto ser quien dirija a nuestro país hacia su siguiente destino”. Theresa May le sucedió como líder del Partido Conservador, pero todas las expectativas que se tenían en torno a la política, se quedaron muy pronto sin sustento. La presión de ser la segunda mujer en ocupar el más alto cargo político de RU, tras la sombra de Margaret Thatcher, supuso calzar unos zapatos que al final le quedaron muy grandes.

 

5. Presiones de la Unión Europea

 

Tras la decisión mayoritaria de abandonar la UE, los principales gobiernos del bloque europeo comenzaron a ejercer fuertes presiones sobre RU para tramitar las condiciones en las que el país se retiraría. El aspecto comercial, atadura con la que está cosida la UE, fue el principal escollo a superar. Otro aspecto relevante es el asunto fronterizo con Irlanda del Norte, que dividió la opinión de los británicos mientras la UE abogaba por una frontera blanda con esa región. Alemania y Francia, dos de las naciones más poderosas en la UE, estuvieron ejerciendo fuertes presiones para que se pactara una salida negociada.

 

4.  Poca solidez en sus propuestas

 

La salida negociada de RU de la UE, fue algo que nunca pudo convencer a los detractores de May, que tras cada movimiento de la premier, iban en aumento. Desde diferentes sectores de la política, la economía y lo social, se exigía un divorcio duro del grupo económico por lo que pedían a May que no negociara el Acuerdo de Salida. Theresa May intentó tres veces introducir su proyecto de salida negociada y tres veces fue rechazado. Su último intento de convocar un nuevo referéndum para pulsar la opinión sobre el Brexit, también fracasó.

 

3. Presiones de la oposición: partido laborista

 

La tensión fue la constante en las relaciones entre May y su opositor partido laborista. Hace una semana rompieron todo tipo de acuerdo posible en torno al Brexit, pues las posturas se radicalizaron y se tornaron irreconciliables. Jeremy Corbyn, líder del partido laborista, dijo que  las negociaciones “llegaron tan lejos como pudieron”, tras reconocer que se abrió una brecha importante entre las partes. Corbyn acusó la fragilidad de la mandataria, a quien cuestionó por sus propuestas débiles y  desconfiables. “La creciente debilidad e inestabilidad de su gobierno significa que no puede haber confianza en asegurar lo que se pueda acordar entre nosotros”, dijo.

 

2. Presiones de su propio partido

 

La resistencia de Theresa May a dejar el cargo, pese a las solicitudes de diferentes sectores, era un escándalo en la política británica. Eso no cayó nada bien en las filas del Partido Conservador, que en las últimas semanas vienen exigiendo la renuncia de la primera ministra. La propuesta de un nuevo referéndum, que dejaría en manos de los diputados la decisión sobre el Brexit, fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de sus compañeros, quienes de manera abierta manifestaron su rebelión contra su líder.

 

1. En busca del sucesor

 

Tras la dimisión de May, muchas opciones se presentan sobre el escenario político británico. Para el país es una urgencia nombrar el sucesor de May lo antes posible, por lo que desde su partido comienza a sonar con fuerza el nombre de Boris Johnson, abanderado del Brexit en 2016 y partidario del acuerdo, que ya cuenta con 40% de posibilidades según los mercados. Por su parte el líder laborista Jeremy Corbyn, dijo que May debe convocar elecciones parlamentarias para “dejar que la gente decida el futuro de nuestro país”.

 

(VTActual)