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El hervidero que hay en torno a la estación del metro La California, que forma parte de la línea 1 del metro de Caracas, la coloca como una de las que más zona viva tiene en sus alrededores. Por los cuatro costados hay mucho ambiente y movimiento.

 

Está ubicada en plena avenida Francisco de Miranda, en la entrada a la urbanización El Marqués, en el municipio Sucre, muy cerca de los sectores populares Campo Rico y San Miguel.

 

Cuando los pasajeros salen de la terminal, por cualquiera de las cuatro salidas que dan a la avenida, deben hacerlo por las escaleras fijas, pues las eléctricas hace tiempo que están en reparación.

 

Apenas ve la luz del sol -o de la luna, porque las fallas del alumbrado público hacen que el lugar permanezca en penumbras-, el pasajero en tránsito es saludado por los gritos de los vendedores de dulces, cigarrillos al detal o de tarjetas telefónicas y alquiler de teléfonos quienes están a los costados del acceso que da hacia la California Norte y a la sede del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT).

 

También hay quienes se tomaron la zona para rebuscarse un dinerito, ofreciendo de manera informal donas, lentes para el sol, papelón con limón, chicha, agua supuestamente potable a 500 bolos el vasito, café y pastelitos, entre otras minucias.

 

Los quioscos, que fueron colocados encima de la calzada con la anuencia de alguna autoridad de la alcaldía de Sucre sin ningún tipo de conciencia del ordenamiento urbano, hacen angostísimo el espacio por donde debe encauzarse el río de personas que fluye frente al Unicentro El Marqués desde y hacia Petare.

 

En estos locales se venden flores, revistas, periódicos, chucherías, desayunos y refrescos.

 

Algunas de las personas que atienden en los pequeños comercios se quejan del “desorden” provocado por la economía informal que “abunda” en la zona, pero sin tener el más mínimo atisbo de conciencia de que ellos también forman parte del problema y caos peatonal.

 

PEATONES INCONSCIENTES 

 

Debido a que en la entrada de la California Norte está la sede del INTT, adonde se dirige un gran número de personas a realizar trámites diariamente, esta es una de las zonas cercanas a las 48 estaciones del metro que más alto tránsito de peatones posee.

 

Algunas veces los peatones cometen infracciones, lo que hace que los motorizados y conductores de busetas y particulares pierdan la paciencia.

 

Hace falta con urgencia la implementación de una campaña educativa sobre el respeto al rayado, los semáforos y los puentes peatonales.

 

NO QUEREMOS MÁS COLAS

 

Dentro del Unicentro El Marqués hay locales comerciales donde se venden alimentos a precios regulados: un supermercado Unicasa, un Día Día, un Farmatodo y una farmacia de la red Locatel.

 

Todos los días, cientos de personas se forman en filas a la espera de que les den acceso a alguno de estos establecimientos en busca de algún alimento o medicina.

 

Muchas veces pernoctan en el lugar para comprar al día siguiente. ¿Dónde hacen sus necesidades fisiológicas mientras están en el lugar? La respuesta la dieron los vecinos: detrás de los quioscos y de la estación del metro, frente a las fachadas de los edificios y en las bases de los maltratados árboles que tuvieron el infortunio de crecer por allí.

 

Las colas también generan inseguridad. Este miércoles, una señora fue atacada a las 10 de la mañana por un sujeto que estaba sentado en unos cartones de los que usan para dormir algunos individuos que pasan la noche frente al Unicentro El Marqués.

 

El sujeto la atacó desde atrás. Fue directo a sus orejas, de donde arrancó de un tirón y de manera limpia el par de aretes que colgaban de ambos lóbulos.

 

La doña solo atinó a decir una grosería apenas audible. Ni un solo funcionario de la Policía Nacional Bolivariana de chaleco rojo, ni un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Nadie hizo nada por la indefensa mujer.

 

TRANSPORTISTAS ANARQUISTAS

 

En la avenida Francisco de Miranda, frente a la estación La California, hay dos paradas para el transporte público. Se supone que los transportistas deberían estacionarse cerca, dejando un canal libre para que circulen los particulares.

 

Como eso no ocurre, sino que impera la anarquía, los buseteros se detienen a recoger y dejar pasajeros donde mejor les parece, el caos vehicular es una constante en esta zona del este de la ciudad.

 

Para colmo de males, a la ya crispante situación se suma la cantidad de baches que hay en la Francisco de Miranda, que son desencadenantes de la ira de los conductores de particulares que circulan zigzagueantes, abriéndose paso entre los buseteros y soltando malas palabras a los peatones que les cruzan por el frente.

 

A decir de los vecinos, los transeúntes comunes y de los integrantes de las dos líneas de mototaxistas que hacen vida en las adyacencias, no es muy frecuente observar en los alrededores a los funcionarios de la PNB haciendo su trabajo, que no es otro que colocar orden en la caotizada avenida Francisco de Miranda.

 

(Ciudad Ccs)