El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue dejando en evidencia las verdaderas convicciones ideológicas de la extrema derecha carioca y del continente, tras justificar la explotación laboral infantil al asegurar que «trabajé desde los ocho años».

 

«Miren, trabajar en el campo a los 9 o 10 años no me perjudicó en nada. Cuando un niño de 8 o 9 años de edad trabaja en algún lado muchos denuncian el ‘trabajo forzado’ o el ‘trabajo infantil'», declaró.

 

El rumor que esta nueva demostración de la postura supremacista y explotadora de la derecha continental representada en Bolsonaro, lo obligó a señalar ante la mirada de los asistentes «no es demagogia, es la verdad».

 

Seguidamente, como acostumbra en su delirante verborrea, procedió a atacar a la izquierda por las críticas que su apoyo al trabajo infantil ha generado.

 

«La izquierda me ataca porque yo defiendo la cultura del trabajo para los niños desde su más tierna edad. Si hubiera defendido la sexualización precoz o el uso de drogas, ellos me hubieran felicitado.¡Esa es la verdad!», argumentó demostrando la homofobia y el clasismo que impera en este extremista.

 

(ConelMazoDando)