Palabras casi impronunciables, términos médicos y alguna del día a día que se coló. Conoce aquí los vocablos más largos de nuestro idioma.

 

Puede que algunas las emplees en una conversación cotidiana, pero la mayoría son términos médicos casi impronunciables. Conmemorando que 3 de agosto de 1713 se celebró la primera sesión académica de la Real Academia Española recogida en su libro de actas, te proponemos conocer el Top 10 de los vocablos más extensos de nuestro idioma.

 

Caleidoscopio (13 letras)

 

Para la Real Academia: Tubo ennegrecido interiormente, que encierra dos o tres espejos inclinados y en un extremo dos láminas de vidrio, entre las cuales hay varios objetos de forma irregular, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir volteando el tubo, a la vez que se mira por el extremo opuesto.

 

Para nosotros: Cilindro que te colocas en un ojo y giras de forma sistemática para ver combinaciones de formas y colores impresionantes.

 

Origen: Del griego καλός kalós ‘bello’, εἶδος eîdos «imagen» y -scopio.

 

Paralelepípedo (14 letras)

 

Para la Real Academia: Término geométrico que se referie a un sólido limitado por seis paralelogramos, cuyas caras opuestas son iguales y paralelas.

 

Para nosotros: Uno de esos polígonos que nos hacían la vida imposible cuando íbamos a la escuela.

 

Origen: Del latin tardío parallelepipĕdum, y este del griego παραλληλεπίπεδον parallēlepípedon.

 

Arteriosclerosis (16 letras)

 

Para la Real Academia: Término médico que se refiere al endurecimiento más o menos generalizado de las arterias.

 

Para nosotros: Enfermedad temible que nos parece -equivocadamente- que tiene que ver con la tercera edad.

 

Origen: Del latín arterĭa, y este del griego ἀρτηρία artēría «vaso sanguíneo», y σκλήρωσις sklḗrōsis «endurecimiento».

 

Electrodoméstico (16 letras)

 

Para la Real Academia: Aparato eléctrico que se utiliza en el hogar; por ejemplo: el refrigerador, el calentador de agua, la plancha, la cocina eléctrica, etc.

 

Para nosotros: No hace falta mucha aclaración, digamos simplemente que es la clase de equipo que nos facilita la vida.

 

Origen: Del prefijo electro- que viene del latin medieval electricus «ambarino», del latin electrum «ámbar», y este del griego ἤλεκτρον ḗlektron y doméstico del latin domestĭcus, de domus «casa».

 

Electrocardiograma (18 letras)

 

Para la Real Academia: Término médico que se refiere al gráfico obtenido por el electrocardiógrafo.

 

Para nosotros: Las líneas rectas y diagonales -mejor si en picos regulares- que refleja en la pantalla de un hospital el ritmo del latido del corazón.

 

Origen: Es un neologismo acuñado por el fisiólogo holandés Willem Einthoven (1860-1927) las palabras griegas ἤλεκτρον «electron»; καρδίᾱ kardia «corazón» y γραμμα gramma, «escrito o trazado».

 

Otorrinolaringólogo (19 letras)

 

Para la Real Academia: Especialista en otorrinolaringología.

 

Para nosotros: Médico que nos atiende los oídos, la nariz o la garganta ante cualquier afectación de esos órganos.

 

Origen: Es un neologismo médico consistente en cuatro raíces griegas: ὠτός otos «oído»; ῥινός rinos «nariz»; λάρυγγ- láryng-, «laringe»; λόγος logos «palabra, expresión».

 

Electroencefalograma (20 letras)

 

Para la Real Academia: Gráfico obtenido por el electroencefalógrafo.

 

Para nosotros: Procedimiento diagnóstico que puede prescribirnos un neurólogo para estudiar la actividad cerebral pero, ojalá que no, porque solo el nombre asusta.

 

Orígen: Es un neologismo acuñado por el fisiólogo alemán Hans Berger (1873-1941) usando las palabras griegas: ‘ἤλεκτρον’ élektron «electricidad»; ‘ἐν’ en «dentro»; ‘κεφαλη’ kephalé «cabeza»; ‘Λόγος’ logos «palabra»; ‘γραμμα’ grama «escrito o trazado».

 

Electroencefalografía (21 letras)

 

Para la Real Academia: Término médico que se refiere a la parte de la medicina que estudia la obtención e interpretación de los electroencefalogramas.

 

Para nosotros: Honestamente, no es una palabra en la que hubiésemos pensado demasiado, ¿cierto? Sabíamos que algo tenía que ver con el estudio del cerebro, no mucho más.

 

Origen: Está formada por las palabras griegas: ‘ἤλεκτρον’ élektron «electricidad»; ‘ἐν’ en «dentro»; ‘κεφαλη’ kephalé «cabeza»; ‘Λόγος’ logos «palabra» y γραφία grafía «escribir».

 

Esternocleidomastoideo (22 letras)

 

Para la Real Academia: Músculo esternocleidomastoideo. Músculo robusto situado a los lados del cuello, por debajo del músculo platisma y dentro de una vaina formada por la capa de revestimiento de la fascia cervical profunda.

 

Para nosotros: Esta sí que no la habíamos escuchado nunca.

 

Origen: Del latin científico sternocleidomastoideus, y este del griego στέρνον stérnon «esternón», κλείς, κλειδός kleís, kleidós «clavícula», μαστοειδής mastoeidḗs «mastoides» y el latin -eus «-eo».

 

Electroencefalografista (23 letras)

 

Para la Real Academia: De la Medicina. Persona especializada en electroencefalografía.

 

Para nosotros: Ya hemos hablado tanto de electros y de encefalografía que no nos sorprende demasiado que esta palabra tenga el récord.

 

Origen: Compuesta por las palabras griegas: ‘ἤλεκτρον’ élektron «electricidad»; ‘ἐν’ en «dentro»; ‘κεφαλη’ kephalé «cabeza»; ‘Λόγος’ logos «palabra» y γραφία grafía «escribir»y el sufijo griego -ista  «profesión, ocupación».

 

(teleSUR)