El humo producido por incendios que se suceden a un ritmo acelerado en la selva amazónica llegó hasta la capital de São Paulo, en el sudeste brasileño, el último lunes (19). Las partículas de los incendios viajaron miles de kilómetros, primero hacia el oeste del continente y chocaron contra la Cordillera de los Andes, para después volver hacia el sur.
El humo que afectó a São Paulo volvió a Brasil potencializado por incendios en la selva en Bolivia y Paraguay. Brasil vive la quema más grande de los últimos cinco años, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe).
En esta época de sequía en la Amazonia y en otras áreas de selvas de Brasil, el bosque se vuelve susceptible a incendios. Sin embargo, en este caso específico, el fuego se origina mayoritariamente en la acción depredadora de terratenientes que buscan expandir sus pastizales o cultivos de soja, por ejemplo.
En el suroeste del estado de Pará, los terratenientes llegaron a realizar un “día del fuego”, donde realizaron quemas simultáneas a los márgenes de la carretera BR 163, para llamar la atención del Gobierno afirmando que el “único modo de trabajar es tumbando la selva”.
Mientras eso, el presidente Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal), que se autodenominó “el capitán motosierra” sigue cuestionando los datos presentados por el INPE (Instituto Nacional de Investigación Espacial) y ya cambió la dirección del mismo, reemplazó al físico Ricardo Galvão por un oficial de la Fuerza Aérea Brasileña.
Desde enero de este año, se registraron 71.497 focos de incendio frente a 39.194 focos del año pasado, un aumento de 82%.
El investigador del programa de incendios del INPE, Alberto Setzer, habló con el portal de noticias G1, y enfatizó que aunque la sequía ayude a propagar el fuego, los incendios son causados por acción humana.
Los estados donde hubo un aumento de incendios fueron Mato Grosso do Sul (260%), Rondonia (198%), Pará (188%), Acre (176%) y Rio de Janeiro (176%).
Entre el 17 y el 19 de agosto, el INPE registró 5.253 focos de incendio en Brasil, 1.618 na Bolívia, 1.116 en Perú y 465 en Paraguay.
En una entrevista concedida al portal de noticias UOL, el investigador de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), Santiago Gasso, explicó las características del humo que afectó a São Paulo y afirmó que su material puede propagarse largas distancias en la atmósfera, generando mala calidad del aire, impactos en el clima y en el ecosistema.
(Brasildefato)