Parecía un partido más de la Ligue 1. De esos en los que el PSG golea sin transpirar para continuar con su camino hacia un nuevo título doméstico. Sin embargo, el duelo que animó el combinado capitalino frente al Montpellier será recordado por las tensas discusiones que mantuvo Neymar con el árbitro Jerome Brisard.

 

Todo comenzó cuando el cronómetro marcaba los 37 minutos del primer tiempo y la potencia parisina ganaba por 1 a 0 gracias al gol de Pablo Sarabia. Todo transcurría bajo los parámetros normales del espectáculo deportivo, hasta que el juez principal se acercó a la figura brasileña para advertirle que no subestime a sus rivales.

 

Si bien el diálogo entre ellos no se dio a conocer, la tensa discusión llevó a que el árbitro amoneste al delantero por elevar el tono de voz y gesticular. Como las cámaras no se apagaron en el entretiempo, las imágenes reflejaron cómo el brasileño le decía a la autoridad que “no lo podía amonestar por jugar al fútbol”. Los reiterados argumentos del virtuoso atacante fueron callados por el colegiado cuando este envió al jugador a estudiar su idioma. “Habla en francés”, le respondió constantemente antes de que los protagonistas se vayan al descanso.

 

Ángel Di María, Congré (en contra), Mbappé y Kurzawa completaron el triunfo del combinado de Tuchel para concretar el 5 a 0 definitivo y afianzarse en la cima del campeonato.

 

La bronca de Neymar continuó cuando concluyó el compromiso, debido a que su presentación fue más destacada por el cruce con el juez y no por el brillo de su talento. Tan mala fue su producción, que su nuevo look con el pelo rosa pasó desapercibido.

 

(d24)