El incendio del galpón del CNE en Mariches, Caracas, le dio pie a las intrigas opositoras sobre lo que había en dichas instalaciones. Que si el incendio fue provocado para tapar los “fraudes”, que si habían votos o actas que se quemaron.

 

Todo eso es falso. Ni actas, ni “votos”, ni papel, ni documentos. Nada de eso había en ese galpón en el que sí se encontraban las máquinas de votación.

 

Y es que, muy oportunamente, los “expertos” en todo que hablan por las redes olvidan el pequeño detalle de que en Venezuela el voto es electrónico. Es decir, no existe una boleta, un papel, demostrativo del sufragio, sino una información electrónica. Lo que sí existe en el comprobante de votación que se deposita en la caja y cuyo fin es poder hacer la verificación ciudadana que se realiza al finalizar la votación. Ese papel no tiene carácter de prueba legal a los fines de una impugnación por lo que no es necesario su resguardo durante un período.

 

Lo de los votos guardados es propio de los sistemas electorales manuales, en lo que es necesario su resguardo a los fines de que eventualmente sirvan para un reconteo, figura que tampoco existe en la legislación venezolana, precisamente porque el voto es electrónico.

 

En horas de la noche la rectora principal del CNE, Tibisay Lucena, ofreció declaraciones y comentó que se harán investigaciones profundas para conocer las verdaderas causas de este suceso.

 

(LaIguana.TV)