El Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de la administración Trump, Michael Kozak, pidió este viernes arreciar la presión internacional sobre Venezuela para «lograr un restablecimiento pacífico de la democracia», que es como se refiere Washington a los sucesivos intentos emprendidos para derrocar al presidente Nicolás Maduro e imponer un régimen afecto a la Casa Blanca.

«Hacemos un llamado a todos los países preocupados por los DDHH y el bienestar del pueblo venezolano a que aumenten la presión sobre el régimen Maduro«, escribió Kozak en Twitter e instó a «la comunidad internacional» a «actuar ahora» «para ayudar a los venezolanos» a reestablecer el orden democrático.

El fundamento de esta nueva petición de agresión en contra del país, es el informe presentado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Michelle Bachelet, cuyo contenido y métodos fueron cuestionados y rechazados categóricamente por el Gobierno Bolivariano a través de su embajador en la ONU-Ginebra, Jorge Valero.

En el documento, se acusa a Venezuela de irrespetar los derechos humanos de las poblaciones originarias que hacen vida en la zona donde se localiza el Arco Minero, al sur del país.

Valiéndose de eso, el diplomático estadounidense señaló que el informe sobre Venezuela «demuestra una vez más que Maduro y sus títeres no están dispuestos a proteger los derechos humanos» y que por ello «los venezolanos merecen una vía viable y pacífica hacia la democracia y la prosperidad, tal como se esboza en el Marco para la transición democrática», una estrategia ideada desde el Departamento de Estado a fines de marzo, que prevé la salida del presidente Nicolás Maduro del poder a través de mecanismos no previstos en la Constitución de la República y con evidente tutela de esa instancia.

(LaIguana.TV)