En ocasión de la denuncia que hiciera el presidente Nicolás Maduro acerca de un nuevo plan magnicida en su contra, orquestado bajo la anuencia del gobierno de Iván Duque, el portal La Tabla, especializado en periodismo de datos e investigación, ofreció detalles acerca de la identidad de los francotiradores que presuntamente estarían a cargo de ejecutar la acción. 
 
Aludiendo a un reporte publicado por Noticias Caracol el pasado 5 de febrero de 2019, el medio indicó que se trataría de cinco exmilitares pertenecientes a la compañía de francotiradores 9109 de Mantecal (Apure), quienes ahora estarían operando como mercenarios respaldados por la Casa de Nariño. 
 
En el trabajo aparecido en el portal colombiano, se establece la identidad de tres de los cinco desertores, a saber: teniente de tropa Manuel Sifontes, sargento primero Omar Gardel Palumbo y sargento segundo Juan José Alfonso Hidalgo. 
 
«En aquella oportunidad el grupo desertor –sin ubicación declarada– solicitaba públicamente reunirse con ‘sus superiores rebeldes en el exterior’, llamaba a la insurrección de los militares leales y exigía apoyo internacional. Estas declaraciones eran celebradas por la oposición criolla, los medios y el antichavismo global», se explica en texto de La Tabla, siempre en consonancia con lo informado por la cadena Caracol desde el Norte de Santander, a inicios de febrero de 2019. 
 
Asimismo, el sitio indica que durante «las primeras semanas de su estancia en Colombia», los francotiradores «permanecían ocultos en ‘un refugio’, donde recibían el apoyo logístico de activistas políticos como Eliézer Aponte, militante del partido de Juan Guaidó, Voluntad Popular«. 
 
En la investigación también se advierte que los exmilitares «desaparecieron de las redes sociales» desde septiembre de 2019, pese a que en los meses previos se habían encargado de mostrar por esos medios, «parte de su vida en el Norte de Santander». «Este ‘silencio’ llama la atención, teniendo en cuenta que el ex mayor general del Ejército Clíver Alcalá Cordones reconoció que estaba reclutando y entrenando mercenarios para una operación militar en Venezuela», añaden.
 
A ese respecto, se resalta además que la mayor parte de los participantes en la fallida incursión militar del 3 de mayo eran exmilitares, incluyendo a Robert Colina Ibarra, alias «Pantera», quien falleció durante un enfrentamiento con las autoridades y a quien iba destinado el lote de armas confiscado por la policía de tránsito en Barranquilla el pasado 24 de marzo. 
 
Entonces, el Gobierno Bolivariano denunció que desde el vecino país se preparaba una invasión armada bajo la dirección de Alcalá Cordones, cuyo propósito era derrocar y asesinar al presidente Nicolás Maduro, una versión que el propio ex alto oficial confirmó durante una entrevista radial concedida a una emisora local.
 
Este hecho y que el Departamento de Justicia de la Administración Trump le acusara de narcotráfico y terrorismo, y fijara una recompensa de 10 millones de dólares por cualquier información conducente a su captura, le motivó a entregarse a la DEA al día siguiente. Alcalá adujo temer por su vida y resaltó que confiaba en que la justicia de los Estados Unidos le permitiría establecer su inocencia. 
 
(LaIguana.TV)