Durante la transmisión telefónica del mensaje del Constituyente Diosdado Cabello, la “periodista” española  Esther Yáñez, en un reiterado acto de amarillismo sobre la realidad venezolana, puso en tela de juicio la legitimidad de la voz del también Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y segundo al mando del chavismo.

A través de su cuenta en la red social Twitter, Yáñez mintió descaradamente, al decir que la voz que escuchaba el país en el contacto con el presidente de la República Nicolás Maduro, no era la de Diosdado, sin tomar en cuenta los varios estudios científicos sobre cómo el coronavirus afecta las cuerdas vocales.

El artículo 444 del Código Penal venezolano prevé en su encabezamiento :

“El que comunicándose con varias personas reunidas o separadas, hubiere imputado algún individuo un hecho determinado capaz de exponerlo al desprecio o al odio público, u ofensivo a su honor o reputación, será castigado con prisión de 3 a 18 meses (…)”.

Cabello, quien está en reposo médico por haber sido diagnosticado positivo para Covid-19 el pasado 9 de julio, reapareció este lunes 3 de agosto de cara a la inscripción de las candidaturas del chavismo que –informó junto al presidente Maduro- se llevarán a cabo la próxima semana.

La interacción entre el presidente Maduro y Cabello, implica una demostración de fuerza de la dirigencia psuvista pese al protocolo estricto con que debe ser tratado el coronavirus. Hace pocas semanas, recordemos, el Poder Electoral venezolano decidió un calendario en que los ciudadanos tendrán la oportunidad de escoger quiénes serán sus legisladores durante los próximos 5 años. 

A Cabello se le escuchó la afectación en la voz, no obstante, el compromiso político y la intención del trabajo que corroboró sigue activo desde las filas del Psuv. Asimismo, informó sobre su tratamiento médico, el cual está terminando precisamente este día.

En este nuevo intento de generar zozobra en la población, Yáñez se hizo partícipe del hashtag #dóndeestádiosdado, poniendo en entredicho la palabra de Maduro, la salud de Diosdado e incitando a la angustia entre los venezolanos.

Esta acción de la periodista española residenciada en Caracas no es de extrañar, pues ha publicado antes noticias sobre el país que no tienen fundamento. Recientemente, por ejemplo, publicó un artículo en que dudaba de la capacidad y alcance de la batalla que sostiene el Gobierno nacional para atender a todos los contagiados y que mantiene a Venezuela (con 20.754 casos diagnosticados) en un rango mucho menor de infectados y fallecidos, en comparación con otros países de la región como Colombia (327.850 casos) y Brasil (2.750.318 casos). Asimismo, hizo difusión del supuesto repunte de cifras de suicidio en el país a causa de la pandemia, tergiversando datos de años anteriores de agencias internacionales, pues las que presentó de 2020 no tienen base estadística certificada. 

El presidente Maduro, por su parte, se percató en tiempo real de la matriz que se intentaba posicionar en redes sociales sobre la voz de Cabello y reconoció, en vivo y directo, la intención de un sector que desde hace días, genera falsos rumores sobre la salud del presidente de la Asamblea Constituyente: «Ya los escuálidos están diciendo, las matrices de laboratorio, que el que está hablando no es Diosdado. Imbéciles, son unos imbéciles. Si no es Diosdado, ¿quién es entonces?, ¿Guaidó?, ¿Leopoldo López?, ¿Ramos Allup?», precisó.

Yáñez, entonces, borró los tuits antes mencionados, entre ellos uno que decía: “Creo que toda Venezuela está estupefacta escuchando al falso Diosdado Cabello en cadena nacional ¿Dónde está Diosdado? Solo se sabe que está enfermo de coronavirus y que hace días hubo rumores sobre su empeoramiento. Esto da mucho miedo. Inaudito”.

A este comentario alarmista, la prestigiosa periodista corresponsal de Telesur Madelein García respondió: “Amarillista, esto sí es promover falsas noticias, y por cierto hay una ley para eso”, haciendo alusión al Código Penal. En reacción, Yáñez la bloqueó. Minutos después posteó nuevos tuits haciéndose eco aún de la matriz contra Diosdado, procurando ser más neutral esta vez: “Lo cierto es que ni la voz, ni el acento, ni las formas, ni la manera de hablar se parecían en lo absoluto a las de Diosdado Cabello. ¿Puede una disfonía provocar semejante cambio? Agradezco asesoría profesional”.

Yáñez trabaja actualmente para el medio de comunicación digital NIUS (Nueva Información Útil y Sencilla), fundado en septiembre de 2019, alineado con la derecha internacional.  

(LaIguana.TV)