En una columna de opinión publicada en el Diario de Las Américas, el senador republicano Marco Rubio emitió opiniones sesgadas en relación con la legitimidad de los venideros comicios parlamentarios, y la supuesta validez de la extensión del mandato de Juan Guaidó como «presidente interino», más allá del 5 de enero de 2021.

Según el congresista, «el hecho de que el régimen convocó a elecciones parlamentarias fraudulentas, es una nueva oportunidad para que las democracias del mundo le reiteren al pueblo venezolano que no se doblegan ante un narco-régimen», si bien no ofrece ninguna prueba que sustente sus apreciaciones, más allá de insistir en que «Maduro es el líder de una mafia criminal y no de un gobierno representativo» y «ha sido sancionado por conspirar y participar en el tráfico ilícito de drogas con organizaciones criminales y terroristas, incluyendo las disidencias de las Farc e integrantes del ELN», otra acusación repetida hasta la saciedad, sin que hasta ahora se haya ofrecido ningún respaldo que permita comprobar su veracidad.

Asimismo, en su parecer, quienes desean participar en los comicios legislativos de diciembre –a quienes tildó de «títeres» y de «simples monigotes de la narco-dictadura criminal»–, no lo hacen por voluntad propia, sino debido a una operación de reclutamiento dirigida por el mismo Maduro, razón por la cual dijo que debían «rechazar los esfuerzos de cualquier integrante de la oposición que negocie o coopere con la dictadura de Maduro».

Por otro lado, para fundamentar la presunta legitimidad de Guaidó al frente de la «presidencia interina», Marco Rubio alega que «la única institución legítimamente electa por el pueblo venezolano que aún prevalece en el país es la Asamblea Nacional», puesto que el gobierno nacional –al que mienta «sindicato criminal de Maduro–, «manipula y controla el Consejo Nacional Electoral (CNE), las fuerzas de seguridad de Venezuela y los colectivos».

Con base en lo anterior, concluye entonces que «de acuerdo a la Constitución venezolana, el presidente interino Juan Guaidó es el líder de esa nación hasta que se convoquen elecciones libres, justas, y transparentes»

Obviando el hecho de que solamente un jefe de Estado que efectivamente ejerce el poder puede –y debe– tener el control de los cuerpos de seguridad del Estado, Rubio parece ignorar que en ninguno de los artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se prevé la autojuramentación como un mecanismo para ejercer la máxima magistratura, ni que los miembros de un poder público puedan perpetuarse en sus cargos, sin someterse, de ser el caso, a los procedimientos previstos para su continuidad en ellos y mucho menos que Estados Unidos es quien debe valorar si unas elecciones son libres, justas y transparentes.

A menos que decida postularse para un curul, Juan Guaidó será diputado hasta el venidero 5 de enero de 2021, cuando se instalará la nueva AN que resulte electa en diciembre.

Empero, el aparente desconocimiento de la Carta Magna venezolana por parte del político republicano, es apenas un detalle menor con el que se intenta disfrazar la intención real: es orden de la administración Trump que Guaidó siga apareciendo como la cara visible de la oposición extremista, alineada con Washington para derrocar al presidente Nicolás Maduro y, en tal sentido, el senador no encontró mayor problema en explicitarlo: 

«Esta semana, durante una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores en el Senado de EEUU, el Representante de Estados Unidos ante Venezuela, Elliott Abrams, resaltó que ‘el presidente constitucional de Venezuela hoy y después del 5 de enero del 2021 es Juan Guaidó’ «, indica en su texto.

Y por eso mismo, exige a los Estados Unidos y a «la comunidad internacional, «incluyendo los países que defienden el estado de derecho», que continúen respaldando al todavía diputado.

Adicionalmente, asumiendo una posición colectiva, advierte: «Tenemos que esclarecer que los Estados Unidos no tolerarán y condenarán rotundamente los esfuerzos de convocar a elecciones ilegítimas para reemplazar a los integrantes de la Asamblea Nacional».

De allí que, en última instancia, el escrito de Marco Rubio pretende mostrar que el gobierno estadounidense desconocerá las elecciones legislativas de diciembre, aduciendo que son fraudulentas e ilegítimas, para justificar la permanencia de Guaidó al frente del sector extremista de la oposición, dada la irrestricta lealtad a la Casa Blanca que ha demostrado el político local. 

(LaIguana.TV)