El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, alertó este miércoles sobre los intentos de injerencia externa en Bielorrusia con fines geopolíticos en medio de la crisis que atraviesa esta antigua república soviética.

«Nos alarma el intento de aprovechar las dificultades internas que atraviesa Bielorrusia, el pueblo bielorruso y sus dirigentes para entrometerse. Y no solo entrometerse, sino imponer a los bielorrusos el orden que consideran adecuado los actores externos», afirmó Lavrov en una entrevista con el canal de televisión ruso Rossiya-1.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que en las actuales condiciones «lo más importante es evitar cualquier tipo de injerencia» y constató que «se observan intentos de injerencia directa», algo que calificó de «inadmisible».

«Lo que sucede en Bielorrusia es un asunto interno de este país. Consideramos que se debe hacer todo lo necesario para crear las condiciones que permitan mantener la situación dentro del marco de lo legal con el fin de permitir el diálogo necesario», puntualizó.

Según Lavrov, lo que ocurre ahora en torno a Bielorrusia tiene un trasfondo geopolítico y es «una batalla por el espacio postsoviético».

«Nada de lo que se escucha ahora desde las capitales europeas, especialmente los países del Báltico, así como de Polonia y el Parlamento Europeo es sobre (el presidente de Bielorrusia) Alexandr Lukashenko, los derechos humanos o la democracia. Todo trata de geopolítica», reiteró.

En ese sentido, descartó que el pueblo de Bielorrusia, «gracias a su sabiduría», necesite mediación alguna para resolver sus problemas y expresó su esperanza de que el país «no se dejará llevar de las riendas por aquellos que le necesitan solo para dominar ese espacio geopolítico y promover la lógica destructiva de elegir entre Europa y Rusia».

En ese sentido recordó las protestas que sacudieron a Ucrania en 2004 y 2014, al señalar que «ya vemos cuál fue el resultado».

Sin embargo, para el jefe de la diplomacia rusa «lo dicho no significa que las elecciones (presidenciales de Bielorrusia) fuesen ideales».

«Claro que no. Hay muchos testimonios de ello. Es algo que reconocen las autoridades bielorrusas que tratan de dialogar con los ciudadanos que protestan en contra de lo que consideran una violación de sus derechos», indicó.

Para Lavrov, las autoridades están dispuestas a dialogar, y expresó su esperanza de que los manifestantes también se sienten a la mesa de las conversaciones, a los que acusó de provocar el uso de la violencia.

«Observamos en vídeos y en las redes sociales llamamientos abiertamente provocadores. Vemos como intentan provocar a los agentes el orden, a veces con el uso de la violencia en contra de ellos», dijo.

(EFE)