En una nueva arremetida contra Venezuela, el mandatario colombiano, Iván Duque, culpó a la insurgencia de ese país de los asesinatos sistemáticos y continuados de líderes sociales y además, aseguró que lo hacían con armamento proveniente de Rusia y Bielorrusia, proporcionado por la Guardia Nacional Bolivariana. 
 
Durante una alocución retransmitida por la revista Semana a través de Periscope, Duque aseguró que «muchos de estos grupos que hoy flagelan líderes sociales, han tenido el apoyo» del gobierno del presidente Nicolás Maduro –al que se refirió como «estructura criminal»–, razón por la cual, según él, no se cansaría de «denunciar la connivencia de esa dictadura con esos grupos criminales».
 
Asimismo, para justificar la presunta provisión de armamento ruso y bielorruso a grupos insurgentes por parte de Caracas, el gobernante adujo que tenían «información de inteligencia, de mucho tiempo atrás, pero también confirmada que hay miembros de la guardia venezolana que están triangulando armamento, proveniente de otros países, particularmente de Rusia y de Bielorrusia a esas estructuras en las zonas de frontera». 
 
En la misma intervención, el inquilino de la Casa de Nariño aseveró que Venezuela, a través de su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, estaba tramitando la compra de misiles de largo y mediano alcance a Irán, una acusación que fue desmentida por el propio Padrino en Twitter, quien a su vez acusó a Duque de «desviar de nuevo la atención hacia Venezuela lanzando como señuelo la estrategia del falso positivo, aprovechándose de la situación geopolítica». 
 
Además, el general venezolano también se pronunció sobre los asesinatos a líderes sociales, cuya responsabilidad ahora el presidente neogranadino pretende achacar al Gobierno Bolivariano, involucrando además a terceras naciones, como Rusia, Bielorrusia o Irán. 
 
«El asesinato de cientos de líderes sociales durante su mandato, son responsabilidad exclusiva de sus deleznables prácticas ejecutadas, en la gran mayoría de los casos, por grupos paramilitares y narcotraficantes, históricamente protegidos por la oligarquía colombiana», escribió el funcionario. 
 
Esta escalada de agresiones se inscribe dentro de la «campaña de máxima presión contra Venezuela» anunciada recientemente desde Washington y se vale de distintos ejecutores subordinados a la administración Trump –de los cuales Colombia es acaso el más conspicuo– para construir matrices de opinión que, eventualmente, permitan justificar ante la opinión pública cualquier agresión contra el país. 
 
De este modo, los falsos positivos difundidos hoy por Iván Duque, intentan ofrecer pretextos para alguna acción planeada desde la Casa Blanca y se valen de situaciones existentes y alentadas por Estados Unidos para crear la noción de que existe una suerte de alianza entre «Estados del mal» que «amenaza la seguridad de la región», como dijo hoy el presidente neogranadino cuando se refirió a la falsa compra de misiles. 
 
Así, en el discurso acusatorio –y preparatorio para la guerra–, acabaron implicadas Irán, nación sancionada unilateralmente por Estados Unidos por causa de su programa nuclear, que recientemente ha apoyado al gobierno venezolano con el traslado de gasolina e insumos necesarios para su refinación, así como Bielorrusia, donde grupos opositores financiados por Occidente intentan derrocar al presidente Aleksandr Lukashenko, quien resultó vencedor en los comicios presidenciales con una amplia ventaja.
 
Destaca, asimismo, que a pesar de que el gobernante afirmó que las armas con las que Venezuela dotarían a los grupos insurgentes colombianos provenían de Rusia y Bielorrusia, del primer país, no profirió acusación alguna. Acaso econsciente de que incluso Trump lleva las de perder en una eventual confrontación directa contra el gobierno encabezado por Vladímir Putin y él, todavía mucho más.  
 
Desde el pasado año, tras reconocer al autoproclamado Juan Guaidó como «presidente interino», el gobierno de Donald Trump ha implementado un conjunto de estrategias y acciones orientadas a derrocar al presidente Nicolás Maduro, incluyendo la fallida incursión mercenaria del pasado 03 de mayo. En todos los casos, el gobierno uribista de Duque ha sido una pieza fundamental.  
 
(LaIguana.TV)