Este miércoles 10 de septiembre, Bogotá fue sacudida por violentas protestas contra instalaciones policiales, tras el asesinato de Javier Ordóñez durante la madrugada, luego de haber sometido a torturas en plena vía pública con una pistola de electroshock, mientras se encontraba bajo custodia policial.

El crimen se produjo en el barrio Villa Luz, localizado en Engativá, al noroccidente de la capital colombiana y durante la jornada, manifestantes rodearon y atacaron con palos y piedras la sede policial para exigir el cese de los abusos por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. 

En el transcurso de la manifestación, medios locales capturaron el momento en el que la viuda de Ordóñez se apersonó al sitio y dejó una ofrenda floral en honor de su cónyuge, aún en medio de la confrontación violenta entre la policía y los ciudadanos.

Visiblemente afectada, la mujer tuvo que ser retirada del lugar, al caldearse todavía más los ánimos. 

Previamente, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, indicó que la conmoción que le produjo el asesinato de su compañero de vida, un abogado de 46 años y padre de dos adolescentes, requirió su traslado a un centro de salud. 

Según reporta el diario El Tiempo, solamente en Bogotá los disturbios se extendieron durante la noche, afectaron ocho comisarías y dejaron un saldo de cinco personas fallecidas. También se reportaron incidentes en Medellín, Barranquilla y Cali. 

Por su parte, tras conocerse de los decesos, la alcaldesa Claudia López señaló en Twitter que era «un día que duele por donde se le mire», envió condolencias a los familiares de los muertos y los heridos y subrayó que destruir la ciudad «no arreglará la Policía».

(LaIguana.TV)