En medio de una crisis sanitaria y económica apoteósica, el Brasil de Jair Bolsonaro hace lo mismo que la Colombia de Iván Duque: secundar las maniobras del gobierno de Donald Trump para agredir militarmente a Venezuela, denunció el filósofo  y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea.

En la emisión correspondiente al jueves 17 de septiembre, analizó el tramo de la visita del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, en el que estará en Brasil, reuniéndose con Bolsonaro y con supuestos refugiados venezolanos en Boa Vista.

“Está claro que Brasil hace parte de la voluntad  manifiesta de estructurar planes para agredir a Venezuela, desesperado como está Trump porque está diez puntos por debajo en las encuestas”, indicó.

El mandatario ultraderechista de Brasil, lo mismo que su par colombiano, en vez de estar pensando en ayudar a sus pueblos en medio de la terrible crisis sanitaria que sufren, están en la onda de montar una amenaza armada contra Venezuela.

“La visita es el refuerzo contra las amenazas regionales. Pompeo recalará en Boa Vista y dice que subrayará la importancia del apoyo estadounidense al pueblo venezolano. Vaya, qué ayuda la de EEUU: montar otro intento de invasión –dijo-. Se reunirá con migrantes venezolanos, a los que va a utilizar una vez más y, cuando Pompeo se vaya, los dejarán de nuevo tirados en las calles”.

Una muestra de la actitud entreguista del gobierno de Brasil ante EEUU es que la ciudad de Boa Vista estaba el jueves siendo militarizada e higienizada. “Bolsonaro esperó que llegara Pompeo para higienizar a Boa Vista”, ironizó Pérez Pirela.

El moderador del programa estuvo en contacto durante el día con varios dirigentes políticos brasileños, quienes están muy preocupados con esta visita de Pompeo, a la que consideran como una cachetada del gobierno a su pueblo. Leyó materiales de prensa divulgados al respecto:

“Las máximas autoridades del Partido de los Trabajadores (PT) calificaron este miércoles la visita del secretario de Estado de Estados Unidos (EEUU), Mike Pompeo, a Brasil como una afrenta a la soberanía del país suramericano. El Gobierno brasileño, liderado por Jair Bolsonaro, demuestra una vez más su sometimiento a los dictados del Gobierno de Donald Trump, siempre poniéndose abierto a seguir sus órdenes o recibir a sus representantes en nuestro territorio, en un continuo proceso de afrenta a nuestra soberanía. El PT no guardará silencio ante este ataque a nuestro país y seguirá el camino que siempre ha tomado en su defensa, su total independencia en las relaciones internacionales y la implementación de una política soberana para toda América del Sur”.

Las anteriores declaraciones son parte de un comunicado firmado por la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann (quien estuvo como invitada en Desde Donde Sea, hace algunas semanas) y el secretario de dicha formación política, Romênio Pereira, donde expresan, además, “su profunda preocupación” por la visita del funcionario estadounidense.

Hoffmann y Pereira califican de “extraño” el programa de visitas a cumplir por parte de Pompeo, donde se incluyen otros países que también mantienen fronteras con Venezuela, “como Colombia y Guyana, además de Surinam, país que también está cerca”.

Según el texto, “esta visita, prevista para el próximo viernes 18 de septiembre, tiene como objetivo reunirse con inmigrantes venezolanos en Brasil para expresar su apoyo a esta población, que, según el Gobierno de Estados Unidos, huye de un presunto régimen ilegítimo de Nicolás Maduro”.

Los dirigentes del PT aseguran que “las acusaciones contra Maduro son totalmente infundadas. No es posible acusar de ilegítimo a un Gobierno elegido en un proceso democrático y legal. Ilegítima es la constante injerencia estadounidense en los asuntos soberanos de otros países”.

El diputado federal de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT), Paulo Pimenta (otro entrevistado de Pérez Pirela), se pronunció enfáticamente en contra de la visita que Pompeo, hará a su país por ser un acto hostil contra Venezuela.

En un video difundido por redes sociales, Pimenta califica la postura del gobierno de Bolsonaro como absolutamente inaceptable, ya que Pompeo es un enemigo declarado del gobierno de Nicolás Maduro. “En medio del proceso electoral en Estados Unidos, el gobierno brasileño está sujeto a llevarse a este individuo [Pompeo] para provocar al pueblo venezolano, acompañado de nuestro canciller. ¿Es una amenaza? ¿Es una provocación? ¿Es una demostración de cobardía del gobierno brasileño?”, se preguntó el parlamentario. “Siempre hemos sido socios culturales y económicos de Venezuela y así debería seguir siendo, de no ser por esta actitud cobarde del gobierno y equipo de Bolsonaro que insisten en demostrar que son arrastrados en su relación con Estados Unidos y ofrecen a Brasil para escenificar este acto hostil, criminal y vergonzoso contra el pueblo venezolano”.

Para mostrar el nivel de sumisión del gobierno brasileño a EEUU, Pérez Pirela citó declaraciones del hijo del mandatario, el diputado Eduardo Bolsonaro, quien dijo a los medios que “la CIA es una de las agencias de inteligencia más respetadas del mundo”. También ha expresado que EEUU tiene la capacidad militar y económica para “liberar Venezuela», contradiciendo la posición expresa de las Fuerzas Armadas de Brasil.

Recordó el presentador del programa que Bolsonaro ya ha hecho enormes concesiones a EEUU. Por ejemplo, firmó un acuerdo largamente acariciado por el Pentágono, que autoriza a EEUU a usar la base de cohetes de Alcántara «con fines pacíficos», con lo cual EEUU obtiene ventajas, al estar situada muy cerca de la línea ecuatorial, lo que permite abaratar costos de lanzamiento.

En la reunión que Bolsonaro tuvo con Trump, en marzo, se negó a descartar la opción de una invasión armada a Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro, en evidente contraste con la posición adoptada por el vicepresidente, general Hamilton Mourao, que descartó esa posibilidad en la reunión del Grupo de Lima en Bogotá a fines de febrero.

«Hay una convicción de que es necesario actuar, no dejar que se adopte una normalidad completamente espuria en Venezuela», afirmó el canciller Aráujo al hacer un balance de la visita de Bolsonaro a EEUU.

Estados Unidos busca reforzar su alianza con Brasil porque ve en la nación sudamericana una hipotética cabecera de playa para intervenir militarmente en Venezuela, declaró a Sputnik el experto Ígor Psheníchnikov, del Instituto de Estudios Estratégicos de Rusia.

Bolsonaro, tras reunirse con Trump en marzo, se pronunció por designar a Brasil como aliado preferente fuera de la OTAN, o incluso admitirlo en este bloque. Por su parte, Bolsonaro reafirmó su compromiso con el «restablecimiento de la democracia» en Venezuela.

El experto ruso indicó que Colombia ya tiene el rango de socio global de la OTAN y que el actual presidente,  Duque, sigue la estela de EEUU. «Lo que pretenden ahora es conceder el mismo estatus a Brasil, para que esté preparado para implementar algunas acciones contra gobiernos que EEUU considera indeseables en Latinoamérica, particularmente Venezuela», dijo.

Pérez Pirela enfatizó que “hay que descartar cualquier tipo de ingenuidad  de parte de los suramericanos sobre las pretensiones de Trump en la región. Trata de caotizar  y aprovecha a los gobiernos de Duque y Bolsonaro. Trump los lleva nariceados con sus participación minúscula, enana en la OTAN”.

Mientras tanto, el gobierno venezolano en un comunicado de la Cancillería, señaló que  “resulta grotesco ver a dos Jefes de Estado con cardinales responsabilidades internacionales hacer apología de la guerra sin destemplanza alguna, en flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas”.

“En algunas oportunidades Bolsonaro ha dicho que desea permitir una base militar de EEUU en Brasil para contrarrestar la influencia rusa en Venezuela. Resulta risible ver a este hombre jugando a la Guerra Fría. De inmediato tres oficiales superiores hablaron con el diario O Estado de Sao Paulo, cercano a las fuerzas armadas, para afirmar que una base de EEUU en Brasil es ‘innecesaria e inoportuna’ y que la idea del presidente no se corresponde con ‘la política nacional de Defensa’. Más aún, uno de los oficiales dijo al diario que la presencia de tropas extranjeras solo se justifica ‘cuando hay riesgo de agresión externa sin capacidad de reacción, que pueda colocar en peligro la integridad de la nación’”, reseñó el director de LaIguana.TV.

 “Debemos recordar que  tanto la senadora Hoffman como el senador Pimenta, cuando conversaron con nosotros acá en Desde Donde Sea, dijeron que cada vez que Bolsonaro abre la posibilidad de una base naval o una acción militar contra Venezuela, en la misma Fuerza Armada comienzan a circular tumores de golpe de Estado. Esto a pesar de que es una Fuerza Armada hecha a imagen y semejanza de la de EEUU y con cariz industrial, que tiene un grandísimo peso económico y político. Él lo sabe muy bien”.

Otro botón de muestra de la postura obsecuente de Bolsonaro y su gobierno ante EEUU, se apreció  en 2019, cuando Bolsonaro y una comitiva visitaron Washington y el ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo a los empresarios estadounidenses que «tenemos un presidente con cojones para controlar el gasto público. Tenemos un presidente que adora la Coca-Cola y Disneylandia».

Según analistas, el estrechamiento de los lazos con EEUU se estableció como prioridad  de la política exterior de la Administración Bolsonaro desde su campaña a la presidencia del país. Las relaciones con la nación norteamericana, sin embargo, no han progresado de manera de favorecer a Brasil. “De llegar a perder Trump una de las principales víctimas colaterales será Bolsonaro, quien quedará aislado, igual que Duque. Ambos han hipotecado sus cancillerías, su política exterior a los intereses electorales de Trump”, comentó.

Citó palabras de Carlos Gustavo Poggio, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Armando Álvares Penteado, quien dijo que los hechos muestran que Brasil vive una relación de amor no correspondido con Estados Unidos. “El ejemplo más reciente fue una declaración del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acerca de las restricciones de viaje. El mismo que ahora va a recibir Bolonaro. El pasado 8 de julio, el alto cargo afirmó que la relación entre Estados Unidos y Brasil no es diferente de la establecida con cualquier otra nación cuando se trata de prohibiciones relacionadas con la entrada al territorio del país durante la pandemia de coronavirus”.

De acuerdo con Poggio, «Bolsonaro se acerca a Estados Unidos, se acerca a la Administración Trump y critica a diestra y siniestra a otros aliados de Brasil, como, por ejemplo, Argentina, Francia y China, que son nuestros principales socios comerciales. Pero, la relación de amistad entre personas no es una relación entre países. Vemos esto muy claramente cuando los demócratas del Congreso de EEUU se oponen a un acuerdo con Brasil, un acuerdo comercial o cualquier otro tipo de acuerdo. Esto es porque la Administración de Bolsonaro no se acercó a los Estados Unidos en su conjunto, a la sociedad estadounidense, al Congreso. Apostó todas sus fichas a una buena relación con Donald Trump».

El experto consideró la posición del mandatario brasileño una apuesta equivocada, la cual resultará mucho más equivocada si Trump pierde las venideras elecciones. “Completamente de acuerdo. Coincide con nuestros análisis. Una derrota de Trump sería catastrófica para Bolsonaro”.

Luego presentó las declaraciones del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó  entre 2003-2011, y debería estar de nuevo en el cargo, pero se lo impidió la decisión de un juez. “Lula usa una  palabra fortísima: considera ‘humillante’ la posición de sumisión del presidente Jair Bolsonaro ante el Gobierno de Estados Unidos,  según dijo en una entrevista”.

«El papel de Bolsonaro en relación a Estados Unidos es una cosa humillante (…), es de total sumisión, eso no es bueno para Brasil, no es bueno ni para Bolsonaro, la verdad; a nadie le gusta quien no  se respeta, a nadie le gusta un lamebotas», fueron también expresiones de Lula.

Pérez Pirela agregó que si todo esto es preocupante, vergonzoso y humillante en cualquier situación,  dicha entrega y provocación se hace absurda, terrible, inefable si se realiza en medio de una pandemia.

“¿Qué está pasando en Brasil en términos sanitarios mientras Bolsonaro recibe a Pompeo para tramar acciones contra Venezuela? Veamos: Brasil tiene 4 millones 422 mil 25 casos confirmados de coronavirus y 134 mil 198 muertes hasta las 8 de la mañana se este jueves 17, incluyendo 967 en las últimas 24 horas. Es poco menos que un genocidio que está avanzando Bolsonaro contra el pueblo brasileño, tal como lo han dicho voceros del gobierno venezolano. No tomó medidas sanitarias, se negó a cerrar la sociedad y a decretar cuarentenas, solo provocó, provocó y provocó hasta el cansancio. Se enfrentó a los gobernadores y otros funcionarios. En Venezuela, mientras tanto, se reportaron 9 personas fallecidas. El promedio  de fallecidos  en los últimos siete días es de 789, según el informe del portal G1, con datos consolidados de los departamentos de salud estadales. En estas condiciones recibe Bolsonaro  a Pompeo para ayudar a Trump”.  

El canciller de Bolsonaro, Ernesto Araújo, en tanto, se dedica a hacer comentarios sobre la situación de derechos humanos en Venezuela. La Cancillería venezolana le respondió: «Señor  Araujo, ¿cuántos brasileños cientos de miles de brasileñas y brasileños han muerto y sufrido dolor por el COVID-19 gracias a la irresponsabilidad de su presidente? Eso es un crimen de lesa humanidad, un genocidio»

“Bolsonaro lamentó que se le haya creado fama de genocida por haber defendido el uso de cloroquina en los pacientes. Hizo lo mismo que Trump porque es, igual que Duque, una copia mal hecha de Trump, que es mucho decir porque ya Trump está mal hecho. Son un mal hecho al cuadrado.  Dijo que no pudo hacer mucho más porque fue impedido por el Tribunal Supremo Federal. ¡Qué nivel de irresponsabilidad y caradurismo!”.

El jefe de Estado se refiere a la decisión que indicó  que los gobernadores  también tenían competencias en el combate a la pandemia. Bolsonaro asegura que Brasil fue uno de los países que menos sufrió con la pandemia, dadas las medidas tomadas por el Gobierno federal y está cerca se superarla. Esto lo dijo durante un evento en el estado de Bahía, según recoge el diario Folha de Sao Paulo. «Estamos prácticamente venciendo a la pandemia. El gobierno hizo de todo, ayudando a los alcaldes y gobernadores en la atención a las necesidades de salud», expresó.

“Este señor o está loco o es un provocador porque Brasil junto a EEUU e India son los epicentros mundiales del COVID-19 y están muy lejos de superar la crisis. Son las mismas razones de Trump en EEUU para eludir sus culpas”, observó Pérez Pirela.

Más de 70% de los brasileños cree que la pandemia tuvo peores efectos de lo esperado en Brasil, según una encuesta del Instituto de Opinión Pública y Estadística, realizada entre el 21 y el 31 de agosto en todo el país y divulgada por el diario O Globo.

83% cree que debería ser obligatorio usar mascarilla por prevención y 72% opina que el retorno a clases en escuelas públicas solo debería darse cuando haya una vacuna efectiva contra la enfermedad.

Cito nuevamente a Lula da Silva, quien calificó de «verdadero genocidio» la situación que vive el país por el impacto de la pandemia de la COVID-19:

«Estamos entregados a un gobierno que no da valor a la vida y banaliza la muerte. Un gobierno insensible, irresponsable e incompetente, que incumplió las normas de la Organización Mundial de la Salud y convirtió al coronavirus en un arma de destrucción en masa. Nos hundimos en una crisis social, económica y medioambiental nunca antes vista. Habría sido posible evitar tantas muertes de personas que, en su mayoría son pobres, negros y vulnerables que el estado ha abandonado. Los fondos que pudieron servir para salvar vidas, se emplearon en pagar intereses del sistema financiero».

Lula dijo que sería comprensible que esa fortuna se destinara a ayudar al trabajador desocupado o a mantener la ayuda de emergencia mensual de 600 reales mientras dure la pandemia.

La situación de crisis no solo es sanitaria, sino también económica. La inseguridad alimentaria avanzó en Brasil en los últimos años y entre 2017 y 2018 ya afectaba a casi 85 millones de personas, según los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). 

Pero, debido a su enfoque de ultraderecha, el gobierno brasileño ha advertido que no intervendrá en los precios, pese al rápido aumento en el costo de algunos alimentos básicos, según dijo Teresa Cristina Da Costa, ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento. En. Las últimas semanas los alimentos como leche, pescado, aceite, frijoles y arroz registraron aumentos superiores a 100%. 

El gobierno atribuye la inflación al aumento de las exportaciones derivada de la devaluación del real y por el efecto de la ayuda de emergencia que el gobierno está repartiendo durante la pandemia.

La inhumanidad de Bolsonaro raya en lo grotesco”, remató Pérez Pirela, quien recordó que EEUU espera incorporar también a otros países (además de Colombia y Brasil) a la maniobra contra  Venezuela. Por eso Pompeo también visitará Guyana y se reunirá con el presidente de esa nación y con el secretario general de la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom),  Irwin LaRocque. Tratar de cambiar la postura de este organismo de integración, que  se ha pronunciado en reiteradas ocasiones por la no injerencia en Venezuela.

Libro

La lectura recomendada de la noche fue la novela Escritos de un viejo indecente, de Charles Bukowski.

“Esta lectura es una provocación, pero para mí Bukowski es una gran inspiración. Mi novela, El último romántico tiene mucha influencia de este escritor”, manifestó Pérez Pirela, para luego adelantar que está trabajando en una versión teatral de dicha obra, que tiene formato de monólogo.

(LaIguana.TV)