Durante el 45º Período de Sesiones del Consejo de los Derechos Humanos (DDHH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que culminó en Ginebra, Suiza, prevaleció el exhorto a mantener el tema en torno a estas garantías a salvo de la politización y manipulación, en lo cual coincidió Venezuela durante su participación en la voz del embajador Jorge Valero.

Valero denunció ante el Consejo de DDHHH la cruzada de países en contra de Venezuela estimulada por la hostilidad del gobierno de Estados Unidos (EEUU) y para ello recurren el uso del tema de los DDHH a través de la manipulación, politización y desinformación.

Durante el 45º Período de Sesiones del Consejo de DDHH se adoptaron 35 resoluciones, que demostraron el reto de mantener el sensible tema de los Derechos Humanos a salvo de la politización y manipulación, y en medio de los debates, Venezuela fue objeto de discusiones impuestas, que incluyeron una actualización oral de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien si bien llamó al levantamiento de las sanciones a la nación, por EEUU y la Unión Europea, ante la amenaza que representan en los esfuerzos contra la Covid-19, hizo acusaciones sobre la base de fuentes parcializadas y sin credibilidad, refiere Prensa Latina.

Bachelet matizó sus imputaciones de alegadas violaciones de los derechos humanos con algunos reconocimientos a acciones de Caracas, como el reciente indulto a prisioneros y su cooperación con la Oficina de la Alta Comisionada.

Valero condenó el mecanismo desencadenado y recordó que no cuenta con el respaldo de su país al ser fruto de la cruzada de un grupo reducido de naciones.

«Esos gobiernos que promovieron la resolución y la actualización deberían preocuparse por la situación en sus propios países, entre ellos Brasil, Colombia y Chile, donde ocurren graves violaciones de los derechos humanos», manifestó.

Valero repudió igualmente que se impongan en el consejo resoluciones para atacar a Estados soberanos, documentos caracterizados por la tergiversación de la verdad y las posturas opuestas al multilateralismo, la objetividad y la no selectividad, precisó.

Cuba, por su parte, alzó su voz para abogar por la cooperación y el diálogo frente a la selectividad y la manipulación, en aras de salvar a un órgano importante del sistema de las Naciones Unidas, que debería caracterizarse por el multilateralismo y la solidaridad.

«El sistema de Derechos Humanos está en una profunda crisis financiera, evitemos que caiga, además, en una crisis insalvable de legitimidad y credibilidad», alertó en uno de los debates la diplomática cubana Lisandra Astiasará

Algunos países impulsan la solidaridad, pero otros incrementan las medidas coercitivas unilaterales, las agresiones y las amenazas de todo tipo, que constituyen flagrantes violaciones de los derechos humanos de pueblos enteros, subrayó.

Astiasarán también rechazó que mientras unos defienden el sistema de Derechos Humanos como un espacio genuino para el diálogo y la cooperación, otros lo utilizan a su conveniencia como arma política contra terceros, incluso para promover abiertamente la desestabilización y el cambio de régimen.

El empleo de los Derechos Humanos como instrumento de ataque contra países específicos no es nuevo, pero adquiere sofisticadas vías, que van desde el uso de organizaciones no gubernamentales y la fabricación de personalidades y opositores hasta la introducción de conceptos disfrazados de mecanismos sanos, apunta la agencia de noticias.

(AVN)