“Es difícil vaticinar quién va a ser electo en un país en el que no necesariamente gana el candidato que tiene la mayor cantidad de votos. Joe Biden va a arrasar en votos ciudadanos, pero eso no le bastará para ser presidente de Estados Unidos. Puede suceder cualquier cosa en este proceso electoral, incluso que sea el detonante para una crisis institucional y social en la superpotencia”, dijo Miguel Ángel Pérez Pirela en el programa Desde Donde Sea en víspera de la jornada decisiva de los comicios.

Basándose en los sondeos y en los análisis más recientes, el filósofo y comunicador venezolano advirtió que un resultado definitivo sobre la presidencia de EEUU podría tardar semanas y, eventualmente, ser decidido por la Corte Suprema de Justicia, tal como ya ocurrió con la elección de 2000, en la que el republicano George W. Bush terminó siendo favorecido ante el demócrata Al Gore.

“Lo que ocurre este martes es que culmina la votación, porque hay que tener en cuenta que ya han votado más de 80 millones de personas por correo. Este, por cierto, es el voto que Trump denunció, al parecer para hacerse de un elemento de chantaje por si pierde, como dicen todas las encuestas. Tenemos que recordar que hace cuatro años también perdió, por un margen de casi 3,5 millones de votos, pero ocurrió el milagro de que ganara en las elecciones de los colegios electorales”.

Resaltó que por las características del sistema electoral, “Trump todavía no está muerto y se va a jugar el todo por el todo en Florida, igual que Bush contra Gore. Se espera un final de fotografía en ese estado y por eso la campaña se ha desarrollado en el nivel de la guerra sucia, con participación de varios gobiernos latinoamericanos, en particular el de Iván Duque, porque él y Álvaro Uribe les deben la vida a Trump”.

En la noche previa al martes electoral, muchas ciudades estaban en tensión. En Filadelfia, por ejemplo, los ánimos andaban muy crispados por la presencia de grupos de ciudadanos armados, que en cualquier otro país serían llamados paramilitares. “Incluso en los mismos centros de votación hay grupos extremistas racistas apoyando a Trump y grupos defendiendo derechos de las minorías, ambos con armas de guerra. Es un clima casi de guerrilla urbana. En un país que se vende como la democracia modélica, se prevén actos de violencia de lado y lado y Trump sigue sin dar una declaración clara de que aceptaría los resultados en caso de serle adversos”.

Los pronósticos para el final de la jornada electoral no son halagüeños, entre otras razones porque lo más seguro es que no habrá resultados definitivos, sino que estos  tardarán al menos varios días, dependiendo de la brecha entre los candidatos.

“Los votos emitidos por correo tardan días en ser contados, y esto aúpa la estrategia de cantar fraude anticipado. Trump ha planteado que se declaren nulos los votos emitidos por correo que se cuenten después del martes. Y a la vez, su gobierno ha hecho todo lo que ha estado a su alcance para que el correo sea lento, con recortes presupuestarios y planes de modernización que se están aplicando justo ahora, en pleno proceso electoral. Florida cuenta los votos más rápido y Trump puede valerse de esto para declararse ganador antes de que se escruten los votos de los estados con sistemas más lentos, lo que puede crear una grandísima crisis institucional”, reseñó.

El plan de Trump de cantar victoria antes de que concluya el conteo se desplegará con más intensidad si gana en Florida. En tal caso se declarará ganador, aunque pierda por paliza en todo  el país. “Trump será presidente hasta el 20 de enero y por eso tendrá en sus manos todos los recursos del Estado para impedir el triunfo de Biden. Siempre se repite ese chiste de que en EEUU no puede haber un golpe de Estado porque no hay embajada de EEUU. Pero cuidado si la embajada de EEUU en EEUU termina siendo Trump con sus denuncias anticipadas de fraude”, alertó Pérez Pirela.

En caso de que el resultado en Florida sea extremadamente parejo (como ocurrió en 2000), se prevé un plazo largo para reconteo de votos. Tal vez hasta el 14 de diciembre podría no saberse quién será el presidente de EEUU. “El mensaje del sistema democrático de EEUU al mundo no es el mejor. Hay una grandísima crisis. Los perdedores pueden ganar las elecciones”, enfatizó.

Con datos de un reportaje de HispanTV, precisó que en cinco ocasiones ha ocurrido que los candidatos con menos votos populares han ganado: los dos últimos son George W. Bush (en 2000 por decisión de la Corte Suprema de Justicia) y Trump (en 2016).

“Estamos hablando de un sistema electoral de 230 años, basado en el dominio de los colegios electorales. Los ciudadanos no votan directamente por el presidente sino por 538 delegados que son quienes eligen al presidente. Cada estado tiene un número diferente de electores y normativas diferentes sobre el sistema electoral. Durante años el principal cuestionamiento ha sido que el sistema electoral ha sido el impedimento para que surja un nuevo partido. La dictadura más grande dentro de la democracia de EEUU es su bipartidismo”, expresó.

Citó declaraciones de Sean Trende, analista de Real Clear Politics, un sitio web especializado en calcular promedios y hacer análisis de diversas encuestas, quien asegura que todo se decidirá en Florida: «Si Trump pierde en Florida es muy improbable que sea presidente. Si gana allí por más de tres puntos, es muy probable que lo sea», dijo.

Trende ganó notoriedad en 2016 porque anticipó la caída abrupta de la votación demócrata en el Medio Oeste, y ahora ve improbable la reelección del presidente.

“Si el resultado en Florida está entre 1 y 3 puntos a favor de Trump, el recuento se puede alargar durante un mes. En Pensilvania, el estado que podría darle el voto decisivo a Biden (en los colegios electorales), el abanderado demócrata tiene cuatro puntos de ventaja y podrían ser más por la tendencia internacional a que los partidos populistas saquen más votos que los pronósticos.

Pero las encuestadoras están diciendo que es necesario prestar mucha atención al llamado voto oculto, porque los simpatizantes de Trump se niegan a expresar su intención cuando se les pregunta, por considerar a las encuestadoras como enemigas”.

Al comparar el cuadro actual con el de 2016, se observa que en los estados clave la situación es casi igual a la que vivió Hillary Clinton. A favor de Biden destaca el hecho de haber estado más estable en su ventaja de entre seis y siete puntos durante todo el ciclo. En cambio, en 2016 había oscilaciones más fuertes.

Los analistas de los sondeos dicen que esta vez hay menos votantes indecisos, tal vez solo 4 o 5%, mientras en 2016 había un porcentaje mayor y la carrera estaba más ajustada.

“A pocas horas de cerrar la votación, un dato que ayuda a entender: los blancos con estudios universitarios, que antes eran mayoritariamente republicanos, han girado hacia los demócratas en los últimos años. Los suburbios se han hecho demócratas incluso en estados conservadores como Texas, Arizona y Georgia. Esa es parte de la estrategia de Biden del ‘Cinturón del sol’, formado por os estados del sur de costa a costa. ¿Cambiará Texas al lado demócrata? Se cree que faltan uno o dos ciclos electorales para que eso ocurra, pero esta elección es muy particular y podría pasar. Trump estaría haciendo uno de los grandes ridículos políticos de la historia electoral de EEUU. Texas tiene el estereotipo de cowboy y la mayoría reside en zonas metropolitanas como Dallas, Houston y San Antonio”, comentó.

“Otro dato: Biden es percibido como más cercano a la clase obrera si se le compara con Barack Obama o Hillary Clinton. Es el primer candidato demócrata en muchos años que no tiene un título de la Yve League (las universidades más exclusivas de EEUU). Por esas razones, sale bien en las encuestas de las zonas donde los habitantes son de este mismo perfil –acotó-. A Biden le va bien con hombres blancos de estudios universitarios, mientras a Trump le va mejor con los no blancos porque se ha centrado en la economía. La mantuvo satisfactoriamente hasta la llegada de la pandemia. La recibió bien de Obama y logró sostenerla, pero con la pandemia se le cayó el mundo encima. Biden ataca justamente con el tema de la pandemia”.

En torno a otro de los grandes temas de campaña, el racismo y la violencia policial, Biden también lo ha aprovechado. Ha dicho que debe reformarse la policía y la política migratoria. Prometió mantener el estatus de Protección Temporal, reunir a las familias separadas por las deportaciones masivas y procurar darles papeles a más de 11 millones de mexicanos indocumentados. “Trump, que se presenta como el duro, dice que el racismo policial no es un problema general sino casos específicos, aislados y hay que buscar mantener a raya a esos individuos racistas, xenófobos, represivos. Yo, particularmente, creo que el racismo, la xenofobia y la violencia son rasgos genéticos, fundacionales, estructurales de EEUU”, dijo.

“Un asunto igualmente fundamental es el de los impuestos –destacó-. Biden propone aumentarlos a quienes producen más de 400 mil dólares, mientras Trump quiere mantenerlos bajos para los ricos, empezando por él mismo, que pagó menos que una maestra o una enfermera en algunos de sus años como presidente”.

En el campo económico, el punto del salario mínimo fue otro gran tema electoral. Biden quiere aumentarlo a 15 dólares la hora a escala nacional, mientras Trump es partidario de mantenerlo congelado.

Un usuario aportó el siguiente dato: “En EEUU puedes ganar 2000 dólares mensuales y verte obligado a dormir en tu carro porque no te alcanza para alquilar un apartamento”.

Uno de los dolores de cabeza que tendrá quien resulte electo será la deuda externa de EEUU, que ha sido comprada masivamente por Japón y China, país este último al que Trump ha tratado como enemigo.

En el área del medio ambiente, Biden ha prometido bajar las emisiones de gas y se ha manifestado en contra de la práctica del fracking de la industria petrolera. Trump, por el contrario, que se salió del Acuerdo de París y no cree en el calentamiento, dice que los niveles de emisión no son tan altos.

Interacción

El programa tuvo una activa participación de la audiencia que, por solicitud del moderador, incluso ofreció sus pronósticos sobre el resultado de las presidenciales estadounidenses. Una parte considerable estima que el ganador será Biden, pero otros creen que Trump logrará su propósito de retener el cargo, apoyándose en Florida.

“Puede pasar que Trump pierda Florida y, en ese caso, ni ganando los otros seis estados ganaría las elecciones –dijo Pérez Pirela-. En las horas finales de la campaña es revelador el detalle de la postura de algunos políticos impactantes de cada partido. Figuras del partido Republicano no han querido aparecer junto a Trump. Esto habla mejor que cualquier encuesta. Refleja debilidad, al parecer. Pero todo esto va a decidirse no en el voto de los 50 estados sino en siete, de los cuales la Florida es la joya de la corona. Estas elecciones tendrán resultados muy particulares. No avanzo más porque es análisis político, no adivinación con una bola de cristal”.

Añadió que todo indica que si pierde, Trump se presentará como candidato nuevamente dentro de cuatros años. Tal vez por eso ha amenazado con abrir un medio, algo así como TrumpTV. “También dijo que si pierde con un candidato tan malo como Biden, se irá de EEUU… Para Venezuela que no venga”, bromeó.

Calificó la campaña desarrollada en Florida como la mayor muestra de decadencia política y social de EEUU. “Los candidatos se pelearon por decir quién ofrece más sanciones y bloqueos, acciones más virulentas y genocidas contra países como Venezuela. La campaña electoral dejó sin posibilidad de enviar remesas a los cubanos. El gesto de Trump fue aplaudido por los radicales porque quieren castigar a Biden y a los demócratas por el acercamiento de Obama a Cuba”.

“La pregunta es si podrá el pueblo de EEUU soportar cuatro años más a Trump, quien está haciendo implotar un sistema político muy débil. En Washington y otras ciudades, los comerciantes han tapiado sus locales con láminas de madera, como si viniese un huracán y lo que viene es una elección.  Los votantes que van a los centros electorales y se encuentran con gente armada con armas de guerra. Y el mismo presidente denuncia fraude. Pero ni la Unión Europea ni nadie dice nada porque es la democracia supuestamente ejemplar”, recalcó.

Sobre la posibilidad de un final violento para estas elecciones, Pérez Pirela dijo que estuvo observando canales de televisión rusos que presentaban reportajes sobre el escenario hipotético de un conflicto civil. “Las condiciones están dadas: pobreza, desigualdad, racismo, un pueblo armado y la situación derivada del Covid-19”, advirtió.

Respondiendo a una pregunta sobre quién conviene más a Venezuela, el presentador de Desde donde sea opinó que “Por tener imagen de un tipo moderado, Joe Biden puede propiciar una invasión contra Venezuela con menos dificultades en el plano internacional que Trump, quienes es impresentable, incluso para los europeos. Biden, además, tendría a su lado, como vicepresidenta, a Kamala Harris, una mujer no blanca y joven. Es el mismo caso de Obama, que hubiese podido dar el paso contra Venezuela sin tantas dificultades”.

Libro

Para bajar el tono, decidió comenzar la semana recomendando un libro de poesía, una selección titulada Poemas de Miguel Hernández, publicada por El Perro y la Rana con motivo del centenario del poeta español, en 2010.

(LaIguana.TV)