En su programa Desde Donde Sea, el filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela hizo referencia a una investigación periodística publicada por la agencia The Associated Press (AP), en la que se informa que bebés y niños de migrantes centroamericanos estuvieron detenidos en hoteles durante semanas. 

La agencia aseveró que en este crimen participaron tres hoteles de la cadena Hampton Inn & Suites, propiedad de Hilton en Phoenix (Arizona) y en las ciudades texanas de El Paso y McAllen, que además recibieron altas sumas de dinero por albergar a los menores.  

Según esa misma fuente, dijo el experto, «al menos dos niños menores de un año pasaron tres días detenidos (…), varios de entre tres y cinco años estuvieron tres semanas o más y uno de cinco años llegó estar en el hotel de McAllen 19 días». 

Adicionalmente, en noviembre de 2020, dos niñas que estuvieron retenidas por meses en un Centro de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en el sur de Texas y cuya deportación era aparentemente inminente, dirigieron una carta al expresidente Donald Trump, al recién investido Joe Biden y al Congreso, solicitando ayuda y denunciando los vejámenes a los que fueron sometidas. 

«Pensamos que Estados Unidos tenía una historia de respeto al bienestar de los niños. En nuestra experiencia, el gobierno no solo nos ha sometido a procesos injustos e ilegales, también nos ha torturado al mantenernos detenidas durante tanto tiempo», relataron las menores en la misiva.

En opinión de Pérez Pirela, lamentablemente detrás de la más reciente caravana que partió de Honduras hacia los Estados Unidos, también está una expectativa irreal de los migrantes, que piensan erróneamente que la administración demócrata de Joe Biden podría garantizarles el asilo en ese país.  

Por ello, recordó que en una edición previa de Desde Donde Sea puntualizó que, a pesar de sus políticas antimigración, el Gobierno de Donald Trump deportó a muchas menos personas que el de su antecesor, Barack Hussein Obama, en el que Biden sirvió como vicepresidente. 

En esos ocho años, precisó, el gobierno expulsó a casi tres millones de indocumentados y de allí que no sorprenda que funcionarios del nuevo gobierno se hayan apresurado en declarar que «la frontera de Estados Unidos no se abrirá de la noche a la mañana».

(LaIguana.TV)