Este martes 2 de febrero el denominado Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela solicitó que se reanuden lo más pronto posible las negociaciones políticas en nuestro país, para que se establezca con urgencia un “diálogo inclusivo” y un “proceso de transición” que conduzca a “elecciones creíbles, inclusivas y transparentes”.

“La única forma de salir de la crisis es reanudar las negociaciones políticas con prontitud y establecer con urgencia un diálogo inclusivo y un proceso de transición liderado por Venezuela que conduzca a elecciones creíbles, inclusivas y transparentes de conformidad con las disposiciones de la Constitución y la leyes de Venezuela”, indicó el GIC mediante un comunicado.

En este sentido, el referido grupo insistió en que es necesario que se designe cuanto antes un Consejo Nacional Electoral (CNE) “independiente y equilibrado”.

“Este será uno de los pasos necesarios para eliminar todos los obstáculos a la participación política, para que se lleven a cabo procesos electorales significativos. No puede haber democracia sin el compromiso de todos los partidos de respetar las reglas electorales básicas y el papel imparcial del CNE”, destaca el texto.

“Los miembros del GIC exhortan a las fuerzas de la oposición democrática a unirse como parte de un esfuerzo más amplio y concertado para un mayor diálogo, que requerirá compromisos difíciles si Venezuela quiere llevar a cabo una transición exitosa a la democracia, la estabilidad y la prosperidad”, continúa el comunicado.

El GIC, vale acotar, está conformado por Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Panamá, Portugal, España, Suecia, Reino Unido y Uuguay. Esta alianza, por cierto, es promovida por la Unión Europea con el propósito de “contribuir a una solución pacífica y democrática de la crisis en Venezuela”.

Como parte de su política injerencista contra Venezuela,  el representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Josep Borrell, convocó a dicho grupo a discutir la situación en el país suramericano.

A continuación el texto íntegro:

  1. El Grupo de Contacto Internacional (GCI) se reunió a nivel ministerial por videoconferencia el 2 de febrero. El Grupo agradeció la participación por primera vez de República Dominicana y Chile como miembros de pleno derecho.
  2. Los miembros del ICG expresan su preocupación por la situación en Venezuela y hacen un llamado a los actores políticos locales ya la sociedad civil para que avancen urgentemente y de buena fe hacia la resolución de la profunda crisis política, económica y social que atraviesa el país.
  3. Los miembros del ICG reiteran que la única forma de salir de la crisis es reanudar las negociaciones políticas con prontitud y establecer con urgencia un diálogo inclusivo y un proceso de transición liderado por Venezuela que conduzca a elecciones creíbles, inclusivas y transparentes de conformidad con las disposiciones de la Constitución y la leyes de Venezuela.
  4. Parte fundamental de ese proceso será la designación de un Consejo Nacional Electoral independiente y equilibrado (CNE). Este será uno de los pasos necesarios para eliminar todos los obstáculos a la participación política para que se lleven a cabo procesos electorales significativos. No puede haber democracia sin el compromiso de todos los partidos de respetar las reglas electorales básicas y el papel imparcial del CNE.
  5. Los miembros del ICG exhortan a las fuerzas de la oposición democrática a unirse como parte de un esfuerzo más amplio y concertado para un mayor diálogo, que requerirá compromisos difíciles si Venezuela quiere llevar a cabo una transición exitosa a la democracia, la estabilidad y la prosperidad.
  6. Los miembros del ICG piden la garantía de todos los derechos políticos y civiles. Piden la libertad y la seguridad de todos los actores políticos e insisten en que todos los presos políticos deben ser liberados de forma inmediata e incondicional y que se ponga fin al arresto domiciliario. La intimidación y las represalias continuas contra los actores políticos agravan aún más la crisis, creando más obstáculos para el retorno pacífico a la democracia y el estado de derecho. Los miembros del ICG apoyan el establecimiento de una oficina permanente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Venezuela.
  7. Los miembros del ICG reiteran su profunda preocupación por el empeoramiento de la situación humanitaria en el país y sus vecinos, ahora agravada por la pandemia Covid-19. El ICG pide acceso completo, sin trabas y sin trabas tanto al personal humanitario como a los bienes, con el fin de proporcionar el acceso que se necesita con urgencia a alimentos, gasolina, medicamentos y servicios básicos de salud, incluido el acceso a las vacunas Covid-19. Cualquier decisión que reduzca aún más el acceso humanitario debe revertirse. La represión y los ataques contra las organizaciones de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y los medios de comunicación en Venezuela deben cesar de inmediato.
  8. Más que nunca, Venezuela necesita el apoyo de una comunidad internacional que trabaje unida. El ICG expresa su continua voluntad de incrementar los contactos con socios regionales e internacionales para fomentar un entendimiento común y una respuesta a la situación en Venezuela. Los esfuerzos internacionales articulados y complementarios son cruciales para ayudar a los venezolanos a restaurar la democracia y el orden constitucional. También se mantendrán los contactos estrechos con las partes interesadas nacionales.

(LaIguana.TV)