Un nuevo estudio cambia lo que se creía hasta el momento acerca de los lagos subterráneos bajo la superficie de Marte, los cuales posiblemente podrían albergar vida.
Los reflejos brillantes detectados por radares debajo del polo sur de Marte podrían no ser lagos subterráneos, como se creía, sino depósitos de arcilla, revela una nueva investigación.
Desde hace décadas, la comunidad científica sospecha que, de manera similar a la Tierra, existe agua debajo de los casquetes glaciares de Marte. En 2018, investigadores encontraron evidencia de un lago subterráneo, ubicado en la capa de hielo del polo sur del planeta rojo. Luego, en 2020, se encontraron indicios de varios lagos supersalados en la región, detalló Live Science.
Si estos lagos son señales de que alguna vez existió agua en la superficie marciana, entonces, estos reservorios podrían haber albergado vida en algún momento o, incluso, hacerlo a día de hoy, consideraban los científicos hasta ahora.
Sin embargo, un nuevo estudio liderado por Isaac Smith, científico planetario de la Universidad de York (Canadá), considera que sería necesario una cantidad inverosímil de calor y sal para formar y mantener agua líquida en este punto de Marte, si se toma en cuenta lo que se sabe acerca del planeta en la actualidad.
York y su equipo afirman que los reflejos en las imágenes de radar que, hasta ahora se creían ser lagos subterráneos, podrían, en realidad, ser producidos por minerales arcillosos existentes en la región del polo sur de Marte.
«Entre la comunidad [del estudio] de Marte, ha habido escepticismo sobre la interpretación del lago, pero nadie había ofrecido una alternativa realmente plausible. Así que es emocionante poder demostrar que algo más puede explicar las observaciones de radar y demostrar que el material está presente donde tendría que estar», dijo Smith.
Los científicos creen que los reflejos en los radares han sido causados por esmectitas, un tipo de arcilla que se forma cuando las rocas volcánicas erosionadas sufren ligeros cambios químicos tras interactuar con el agua. Estos minerales son extremadamente abundantes en Marte, en donde se concentran principalmente en las tierras altas del sur del planeta.
En el marco de su estudio, los investigadores enfriaron las esmectitas en laboratorio a menos 43 grados Celsius, el tipo de frío que se puede encontrar en Marte. Su experimento reveló que incluso cuando se mezclan con otros materiales, estas arcillas podrían generar el tipo de reflejos de radar como aquellos detectados en las investigaciones anteriores.
«Me gustaría repetir las mediciones a temperaturas aún más frías y con un conjunto más diverso de arcillas. Hay otros tipos de arcillas encontradas en Marte que sospecho que también pueden hacer estos reflejos y sería bueno seguir con ellas», agregó Smith.
El científico puso de relieve, sin embargo, que «la ciencia es un proceso» y que «demostrar que otro material, además del agua líquida, puede causar las observaciones de radar no significa que haya sido un error publicar los primeros resultados en 2018».
El nuevo estudio se publicó el 29 de julio en la revista científica Geophysical Review Letters.
(Sputnik)