El exembajador ruso en Afganistán Mijaíl Konarovski ha hablado con Sputnik sobre las razones de la rápida caída de Kabul ante los talibanes (organización proscrita en Rusia como terrorista), la relación talibán con la comunidad internacional, su capacidad de combatir el terrorismo y las drogas, además de la resistencia antitalibán en Panshir.
Desde que llegaron los talibanes, hasta la rápida dimisión del expresidente Ashraf Ghani han demostrado la debilidad de Kabul. Según Konarovski, la capital afgana no supo defenderse porque su élite estaba fracturada ya que «la relación entre ellos mismos siempre fue complicada y recelosa».
«Ghani barajaba constantemente el gabinete, los ministros de finanzas, los de defensa. Al maniobrar, sintió que el suelo se deslizaba bajo sus pies. No estoy convencido de que Afganistán sea un verdadero Estado capaz de construir una verdadera estatalidad. Es un país fragmentado, un país de líderes regionales que estaban y están en una relación difícil con el centro. El tribalismo y las relaciones tribales son el principal freno al desarrollo de Afganistán», señaló.
Expresó que la vida y el destino de Afganistán «están en manos de los afganos» que tienen que «llegar a un consenso por su cuenta».
En este sentido el diplomático no descarta que los talibanes hayan cambiado su forma de pensar política, pero ahora «lo quieran o no» deberán escuchar las posiciones de los países que negocian con ellos porque no podrán sobrevivir sin la comunidad internacional.
«Deben darse cuenta de que Afganistán está rodeado de Estados serios que tienen interés en la estabilidad, la calma en este país y están dispuestos a ayudar. De lo contrario, los talibanes no tendrán la oportunidad de ser aceptados en la comunidad internacional ya que son reconocidos como organización terrorista por la ONU (…) Si predican el islam moderado, obtendrán una ventaja, suficiente reconocimiento y ayuda internacional. ¿Serán capaces de hacerlo? Esa es la gran pregunta», señaló.
Al mismo tiempo, Konarovski ve que existe la probabilidad de que los talibanes busquen su expansión ideológica, pero para eso deberán ser aceptados por la comunidad internacional.
«Podrían continuar su expansión ideológica en las regiones vecinas. No como talibanes, sino como portadores de un plan de una rígida doctrina islámica idealizada. Lo que importa es el comportamiento de la comunidad internacional. Los talibanes no pueden vivir sin ayuda externa», opinó.
Sobre la lucha contra los cultivos de drogas, el exembajador ruso cree que es algo que los talibanes no podrán, ni querrán detener aunque lo hayan prometido públicamente.
«Los talibanes mienten. Difícilmente dejarán de cultivar drogas ya que es un ingreso. Pero la ONUDD (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) condicionó el cese del cultivo de drogas al suministro de ayuda humanitaria. Y entonces los talibanes emitieron una fetua para que se detuviera. Pero no se puede hablar de un cese completo», exhortó.
Hasta ahora Panshir es la única región a la que no han podido llegar los talibanes debido a la fuerte resistencia en el lugar y eso dependerá mucho de quién y cómo la están liderando.
«No conozco las capacidades de Masud Jr. Debe demostrar su valía, al igual que sus aliados. Otra cuestión importante es la diferencia fundamental en las doctrinas de construcción del Estado. Si la estructura estatal anterior tenía como objetivo, de una manera u otra, la construcción de un Estado moderno, con el debido respeto al Islam, los talibanes proponen un Emirato Islámico de Afganistán basado en los principios del Islam. Pero ¿qué quieren decir con esta noción?», concluyó.
(sputniknews.com)