El presidente fugitivo de Afganistán, Ashraf Qani, expresa su “profundo arrepentimiento” por huir y niega las acusaciones del robo de millones de dólares.

Mediante un comunicado emitido este miércoles en Twitter, el expresidente afgano, quien abandonó el país ante la llegada de los talibanes el 15 de agosto sin que haya ninguna resistencia ante la caída de Kabul (capital), ha expresado su “profundo pesar” por “haber terminado todo en tragedia” en Afganistán.

“Expreso mi profundo reconocimiento y respeto por los sacrificios de todos los afganos, especialmente los soldados afganos y sus familias, durante los últimos 40 años. Es un profundo pesar que mi propio capítulo terminó con una tragedia similar a la de mis antecesores, sin garantizar la estabilidad ni la prosperidad [de Afganistán]”, ha declarado Qani.

En este sentido, el exmandatario afgano ha pedido disculpas al pueblo afgano “por no haber logrado que las cosas terminasen de manera diferente”.

De este modo, ha justificado que su huida fue por poder evitar un enfrentamiento armado en las calles de Kabul, al igual de “la guerra civil” que ocurrió en Afganistán en los años noventa. “Abandonar a Kabul fue la decisión más difícil de mi vida, pero creo que esta fue la única forma de silenciar las armas y salvar Kabul y sus 6 millones de ciudadanos” ha recalcado.

Qani llama a investigaciones oficiales sobre los cargos de corrupción

Qani ha criticado también las acusaciones de que había huido del país con millones de dólares pertenecientes al pueblo afgano. En este sentido, ha llamado a una investigación oficial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) o de otro organismo internacional para demostrar su inocencia.

Previamente, la embajada de Rusia en Kabul había informado de que Qani huyó con cuatro coches y un helicóptero lleno de efectivo, si bien el dinero era tanto que el mandatario afgano se vio obligado a dejar una parte.

En esta línea, el enviado de Afganistán en Tayikistán, Zahir Aghbar, aseveró que el expresidente escapó con 169 millones de dólares metidos en bolsas.

Talibán, que gobernaba en Afganistán desde 1996 hasta 2001, se ha hecho con el control de casi todo el país, después de que tomara el 15 de agosto el control de la capital afgana, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por EEUU y luego de que Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano.

El mandatario afgano es ampliamente criticado en Afganistán; algunos lo llaman fugitivo y otros lo tildan de traidor del pueblo afgano.

(HispanTV)