Cerca de 200 videos de mujeres desnudas fueron encontrados en el portátil de un sanitario al servicio de la Universidad Carlos III de Madrid. Estos fueron grabados con cámara oculta y en ellos se aprecia el momento en el que el hombre realizaba el reconocimiento médico a sus pacientes.

La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 50 años por grabar las partes íntimas de más de 200 mujeres. El individuo era enfermero de profesión y sus víctimas las pacientes que atendía en la Universidad Carlos III de Madrid. Trabajaba tanto en el campus de Leganés como en el de Getafe de dicha institución educativa.

Su actuación fue descubierta por su esposa, quien denunció los hechos el mes de julio en la Comisaría de Policía Nacional del municipio de Aranjuez (Madrid). La mujer explicó a los agentes que su marido tenía videos de varias pacientes desnudas a las que él realizaba el reconocimiento médico.

Tras la confesión, efectivos del cuerpo de seguridad arrestaron al hombre por un delito contra la intimidad. Los policías incautaron tres memorias externas, un móvil y un ordenador. En este último, los agentes hallaron unos 200 videos en los que se podían observar las partes íntimas de sus víctimas. Según la pesquisa policial, el enfermero podría haber comenzado a grabar en 2004.

La siguiente parte de la investigación se centra en localizar a las mujeres afectadas por las acciones del enfermero. De momento, 40 ya han sido interrogadas por agentes mujeres. Además, se pretende descubrir si el acusado utilizaba las imágenes solo para consumo propio o si también las distribuía en redes o comercializaba con ellas. Aunque, de momento, no consta que estos hallan pasado de su portátil a la red.

Según elDiario.es, la Universidad Carlos III se ha personado como «acusación particular en defensa de los intereses de la comunidad universitaria y en apoyo de las trabajadoras afectadas» en las diligencias previas abiertas por el juzgado que lleva el caso. Incluso, el centro académico ha puesto su servicio jurídico y una eventual asistencia jurídica especializada a disposición de todas las víctimas que lo necesiten. Este no tendría ningún coste económico.

El enfermero no formaba parte del equipo profesional de la universidad. El sanitario pertenecía a la plantilla de una empresa a la que la institución encargaba los exámenes médicos de su personal para el inicio del curso.

(Sputnik)