La popularidad del café se debe no solo a su sabor, sino también a su efecto tónico. Tomar una taza de esta bebida caliente por la mañana se convirtió desde hace tiempo en tradición en muchos países. ¿Pero es el inicio del día realmente el mejor momento para tomar café?
 
El café acelera las funciones cerebrales solo a ciertas horas, y no es a primera hora de la mañana, advirtió Tatiana Blójina, investigadora del Instituto de Actividad Nerviosa Superior y Neurofisiología de la Academia de Ciencias de Rusia.
 
El café hace que nos mantengamos despiertos, aumenta la concentración y potencia la actividad y el estado de ánimo. Sin embargo, según la científica, la bebida acelera los procesos en nuestro cerebro engañando a algunas de sus partes.
 
«Funciona así, en primer lugar, porque la cafeína engaña al cerebro, bloquea las moléculas de adenosina que señalan la fatiga. En segundo lugar, la cafeína aumenta la concentración de neurotransmisores en el cerebro: la dopamina y la serotonina. Son en parte responsables del tono, el estado de ánimo y la movilidad», explicó Blójina en una entrevista con Sputnik.
 
Sin embargo, para conseguir un efecto tonificante, el café debe consumirse a horas estrictamente señaladas, continuó la experta.
 

«Los expertos aconsejan no tomar café en las dos primeras horas después de despertarse. Si tomamos café inmediatamente, interrumpimos el ritmo natural del cuerpo, lo que puede provocar más somnolencia a la mañana siguiente. Menos de siete horas antes de acostarse tampoco es un buen momento para tomar café», recomendó.

 
Según las investigaciones, la ingesta de hasta tres tazas de café al día se vincula con un menor riesgo de enfermedades asociadas al corazón y disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades hepáticas.
 
(Soputniknews)