La cebolla es cultivada desde hace más de 5.000 años. Aunque es muy nutritiva, no todos deberían consumirla.

Como ha contado a Sputnik la nutricionista rusa María Tijomirova, la cebolla contiene azufre que ayuda a la desintoxicación. Además, las cebollas son una fuente de vitamina C, y también estimulan la digestión y eliminan el exceso de líquido.

«El antioxidante quercetina de la verdura es bueno para el cáncer y las alergias. Las cebollas también mejoran la calidad del esperma», añadió la nutricionista.

Advirtió que las cebollas deben consumirse con precaución en caso de úlceras gástricas y duodenales.

Y no solo la cebolla es antibacteriana y antiviral. El mismo efecto tiene el ajo. Como explicó anteriormente el médico nutricionista ruso Mijaíl Ginzburg, el ajo tiene un doble efecto: estimula la digestión y también tiene un efecto antibacteriano y, como consecuencia, reduce la formación de gases.

«Los alimentos, por un lado, llegan al estómago desprovistos de azúcares, ácidos grasos, a los que las bacterias reaccionan especialmente de forma violenta con su crecimiento, y por otro lado, su número se normaliza», explicó el especialista.

(Sputnik)