Ante la escasez de harina de maíz, arroz y pasta; bachaqueros de Petare, zona donde estos vendedores informales comercializan -hoy día en menor cantidad- artículos de la cesta básica a precios exorbitantes, han recurrido a la venta de otros productos que el venezolano ha incluido a su dieta: mango, yuca, sardina, mezcla para cachapas (industrializada), plátano.
Medios nacionales reiteran en sus titulares que las amas de casa han sustituido progresivamente las harinas y las pastas por yuca y plátano. De esta manera, evitan largas colas en los supermercados y eluden la compra de estos productos en el mercado ilegal de alimentos. En Petare, la yuca se puede encontrar en 400 por kilo. Su precio en otras localidades puede alcanzar los Bs 500 y hasta los Bs 700.
A los “productos sustitutos” se suman harina de maíz pilado, casabe, vegetales y frijoles. La opción de recurrir a estos alimentos coincide con que son artículos de precio accesible y se encuentran con facilidad en los mercados. Cabe destacar que estos artículos están exentos de regulación por parte de la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos (Sundde).
En las redes sociales se percibe un mayor consumo de sardinas por su bajo costo. Por otra parte, el equipo web de Hinterlaces constató, durante la elaboración de la Cesta Petare del 31 de mayo, que el kilo de sardinas en la zona ronda los Bs 300, mientras que en otros lugares de Caracas puede encontrarse entre Bs 350 y Bs 500.
En cuanto al mango, éste es visto como una “fruta salvadora” para no pasar hambre en un entorno donde el salario mínimo base en Bs 15.051 neto limita la compra de un kilo de carne que promedia los Bs 4 mil o Bs 5 mil.
El alza constante de los precios y el desabastecimiento han sido factores influyentes en las compras nerviosas, evidenciadas cuando el venezolano adquiere un producto no porque lo necesite (principalmente, aunque en algunos casos sí aplica) sino porque teme que el precio de éste se incremente o el artículo desaparezca.
El indicador Cesta Petare de Hinterlaces.com cerró en Bs 104.481, con un alza de Bs 34.000 en tan sólo quince días (del 16 al 31 de mayo). La zona es caracterizada como inflacionaria y llena de revendores especulativos e informales de productos alimenticios y de higiene personal.
