La aparición de alimentos importados cuyo valor sobrepasa con creces los precios regulados fijados por el Gobierno, plantea una situación distinta a las medidas de control de precios en la compra de diversos productos.
Actualmente los gobiernos estatales y los minoristas privados con acceso a dólares pueden importar productos de países vecinos como Brasil, Colombia y Trinidad y Tobago.
Un periodista de Wall Street Journal, Anatoly Kurmanaev, señaló que “las tiendas y los distribuidores recuperan la inversión al revender los productos a precios mucho más altos que los controlados por el Estado”.
Para Kurmanaev, quien ha asumido esta situación como “el fin de los controles de precios” en las ciudades en las que “se han levantado los controles”, se han acortado las largas colas. Indica que esta medida también “golpea a los operadores del mercado negro que han estado revendiendo a precios inflados productos obtenidos a valores fijados por el gobierno”, es decir, a los bachaqueros.
“Hace seis meses, cientos de compradores rompieron las ventanas y puertas del supermercado para quedarse con los escasos productos con controles de precios después de una entrega. El jueves, en cambio, unas pocas decenas de compradores recorrían calmadamente los pasillos llenos de productos colombianos, mientras 12 cajeros esperaban”, escribió Kurmanaev.
El diario La Verdad de Maracaibo, reseñó que sigilosamente “el libre mercado se cuela en los establecimientos tradicionales”, en donde la presencia de rubros como champú, jabón en polvo y arroz dejó de ser novedad.
Según la nota de prensa, los usuarios resignados aceptan pagar 2.500 bolívares por un champú, 1.800 bolívares por el detergente y cerca de mil bolívares para tener un kilo de arroz.
Para el señor Alberto Castellano, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de LUZ entrevistado por el medio, “eso es un reconocimiento de que los precios que están dentro de los controles no son correctos”. Señaló que el decreto que facilita las importaciones tiene como meta el abastecimiento, pero al estimular las operaciones externas castiga a la producción nacional.
“Yo no creo que esos sean los precios reales. Están por encima de los precios dolarizados porque hay elementos de distribución que incrementan eso”, declaró Castellano, quien ve una solución en la apertura del mercado y eliminación de los controles “para obtener importes adecuados”.
(LaIguana.TV)
