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Luego de la VII Cumbre de las Américas, quedan las reflexiones que posterior a ella se preguntan si ¿puede realmente el presidente de los EE.UU., Barack Obama, revertir el decreto del 9 de marzo que señala a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria”?, misma que resulta ser una antesala a injerencias mucho más radicales en el orden económico, político y militar.

 

¿El Presidente de los EE.UU. está maniatado?

 

En diversos análisis post Cumbre del politólogo y sociólogo argentino, Atilio Borón, este consideró lo que muchas veces suele ser una “concepción equivocada” de la imagen que se hace de la figura o el poder que tiene el Presidente de los EE.UU., aludiendo a que esta imagen es “hasta cierto punto decorativa”, un “juguete” en manos de la industria y el poder militar de ese país.

 

Tanto más señalaba en su discurso el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, durante la última Cumbre de las Américas, cuando preguntaba a sus homólogos (incluyendo al mismo Barack Obama), ¿cuáles eran las condiciones en las que gobernaba el presidente Obama; ¿hasta dónde su poder en la toma de decisiones?, más allá de “la muy buena voluntad” que pudiera tener.

 

Estas preguntas son claves para visualizar el panorama ante una posible, o no, reversión del nefasto Decreto.

 

“Allí hay una maquinaria que pone presidentes para que le sirvan a esa maquinaria, económica, militar, financiera. Y si la maquinaria siente que el presidente se les desvía, la maquinaria lo asesina”, señaló Ortega.

 

¿No la tiene fácil con el Senado?

 

Todo hace pensar que quién generó el Decreto, fue el Senado estadounidense. Obama impuso su rúbrica. Quién pueda hacerlo revertir, es el mismo Congreso con una mayoría republicana con apetito de Cuba y Venezuela.

 

En días recientes Obama introdujo la “solicitud” al Senado para sacar a Cuba de la lista de países que ellos consideran precursores del terrorismo.

 

No es exageración la prepotencia de un Senado que se cree más allá que el Presidente de ese país.

 

Ejemplo claro, fue la reciente carta que emitieran casi 53 senadores al gobierno iraní en rechazo a las conversaciones sobre acuerdos en torno a la carrera nuclear.

 

Por encima del Presidente de los EE.UU., dijeron al máximo líder en Irán, Ali Jamenei, que solo ellos (los congresistas estadounidenses) tenían el poder de quitar las sanciones impuestas a Irán.

 

Obama, consideró esta carta emitida por los parlamentarios de su país como bochornosa:

 

“Su argumento de base es (el del Congreso): no discutan con nuestro presidente porque no pueden confiar en él para hacer aplicar el acuerdo”, señaló Obama, en entrevista posterior.

 

Pues sí, es probable que el bochorno se refiera al “ridículo” que sus mismos diputados le juegan a diestra y siniestra, sin compasión.

 

¿Revertir el decreto sería un reto para Obama antes de su retirada como presidente?

 

Todo hace pensar que la última ficha de los EE.UU. fue jugada con Cuba, y que una reversión del Decreto en contra de Venezuela, que literalmente fue impulsado por ese mismo Senado, se vea lejana. El restablecimiento del diálogo con Cuba no ha sido tarea fácil.

 

“Las maldiciones que le estarán lloviendo al presidente Obama, por estar reunido aquí con Cuba”, dijo Ortega en el mismo discurso de la Cumbre.

 

Barack Obama la tiene difícil, y esperar una Revolución en ese país desde su presidencia, significa, ya lo dijo Ortega: “La muerte”.

 

(LaIguana.TV)