Por al menos dos días una ardilla gris oriental mantuvo aterrorizados a los pobladores de la localidad de Buckley, en el Reino Unido. Muchos de los habitantes de este sector optaron por quedarse en sus viviendas para evitar ser agredidos por el roedor.  
 
El animal, de acuerdo a los reportes, atacó y mordió a unos 18 residentes en las manos, en los brazos y en la cabeza. Todas las víctimas debieron ser llevadas a centros asistenciales para que les suministraran vacunas antitetánicas. 
 
Los ataques fueron reportados vía redes sociales. La pesadilla culminó luego de que una vecina, quien alimentaba a la ardilla en su jardín desde el pasado verano, lograra atraparla. 
 
El animalito finalmente fue entregado a la Agencia Estatal para la Prevención de la Crueldad Animal y Sacrificado. Las normativas locales, por cierto, prohíben liberar a esta especie en el medio ambiente. 
 
(LaIguana.TV)