La semilla del lino, conocida como linaza, es diminuta, color marrón o dorado, con un sabor a nuez y rica en fibra, además de que molida tiene un mejor rendimiento porque así se aprovecha su paso por el sistema digestivo.

Este alimento es rico en fibra, vitaminas, minerales, proteínas, grasas vegetales y antioxidantes que contribuyen a prevenir el daño en las células, según información de la Biblioteca Nacional de Medicina del Gobierno de Estados Unidos.

Además, las semillas del lino son una rica fuente de vitaminas B1, B2 y B6, cobre, omega 3 y omega 6, fósforo, magnesio y manganeso, y previenen el estreñimiento.

«Estas vitaminas y minerales le ayudan a brindarle apoyo a su energía, sistema inmunitario, sistema nervioso, huesos, sangre, ritmo cardiaco y muchos otros procesos corporales», de acuerdo con la autoridad médica estadounidense.

Beneficios ante la diabetes

Vinculada a la obesidad, las personas con diabetes pueden percibir beneficios del consumo de linaza porque aporta grasas saludables que ayudan a reforzar el llamado «colesterol bueno», además de que reduce los niveles del colesterol peligroso.

Además, estudios apuntan a la identificación de que esta semilla reduzca los niveles de azúcar en la sangre, así como contribuir a la presión arterial y la salud del corazón.

Entre las recomendaciones para su consumo elaboradas por la biblioteca médica de Estados Unidos figuran panqueques, tostadas francesas, batidos de fruta, yogurt, cereales, sopas, ensaladas, pastas o como sustituto del pan rallado.

Se recomienda evitar el consumo de estas semillas crudas o sin maduración.

(Sputnik)