A propósito de la destitución de Pedro Castillo por parte del Congreso peruano, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador advirtió que era «importante recoger la lección», porque el esquema de «golpes blandos» se «está aplicando en distintas partes».

«Ya no es la intervención militar, ya es –con el control de los medios de información, que los manejan los oligarcas de los países– ir socavando autoridades legales y legítimamente constituidas, más si se trata de gente surgida del pueblo o que quiere hacer algo en beneficio del pueblo y no pertenece a las élites», expresó este viernes en su acostumbrada conferencia matutina de prensa.

López Obrador aseguró que con el amparo del aparato mediático, se ponen en marcha «campañas de desprestigio» en las que se magnifican los «errores» cometidos por los líderes que no pertenecen a los estamentos tradicionales, con el objetivo de «manipular y justificar actos contrarios a la democracia«.

Aunque el mandatario no aludió a ningún caso distinto del peruano, en su descripción encajan los procedimientos que en su día le aplicaran a Manuel Zelaya, Fernando Lugo, Dilma Rousseff, Evo Morales y Nicolás Maduro, así como las persecuciones judiciales desatadas contra Rafael Correa, Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner.

(LaIguana.TV)