Una lluvia de misiles israelíes cayó este jueves sobre la Franja de Gaza, como respuesta a los ataques lanzados contra su territorio desde el sur del Líbano, que a su vez estuvieron motivados por numerosos atentados y detenciones arbitrarias de las fuerzas de Israel en sitios sagrados durante la celebración del Ramadán en la Cisjordania ocupada.

Informes recogidos por la prensa internacional indican que antes de los bombardeos del jueves, al menos nueve cohetes se dispararon desde las tierras gazatíes en dirección a varios emplazamientos israelíes, que se sumaron a otros 34 cohetes disparados desde el sur del Líbano, de los cuales al menos cinco habrían dado en el blanco.

Así, la noche del pasado miércoles, el gobierno de Benjamín Netanyahu ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacar Gaza y también el Líbano. De acuerdo con el comunicado oficial de la fuerza aérea israelí, se atacaron «objetivos de infraestructura» de Hamás en el sur del Líbano.

En el documento también se advierte que las FDI que no tolerarán que esa formación opere desde el Líbano y, en adelante considerarán «al Estado libanés responsable de todos los disparos realizados desde su territorio».

Según reseña la cadena Al-Mayadeen, tras el bombardeo aéreo masivo, «las Brigadas Al-Quds –de Hamás– anunciaron un estado de alerta general para atacar los puestos de control de la ocupación en todas las ciudades, campamentos y pueblos de Cisjordania y Jerusalén ocupadas».

A la víspera, Israel atacó la mezquita de Al-Aqasa, lo que enardeció a las autoridades palestinas, particularmente al jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, quien prometió que los ciudadanos palestinos «no se quedarán de brazos cruzados» ante esta nueva arremetida.

«Nuestro pueblo palestino y los grupos de resistencia palestinos no se sentarán sin hacer nada», dijo Haniyeh a la AFP tras una reunión con otras autoridades del país celebrada en Beirut, en la que instó a «todas las organizaciones palestinas a unificar sus filas e intensificar su resistencia».

De su lado, Netanyahu convocó a un gabinete de emergencia y anunció que Israel «devolverá el golpe a sus enemigos, y pagarán el precio por cualquier agresión».

Mientras esto se sucedía, el gobierno libanés informó que denunciaría la nueva agresión israelí en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Además, el Ministerio de Defensa aseveró que responderá a los ataques y hará lo que sea necesario para proteger a su población.

La fuerza de mantenimiento de paz de la ONU desplegada en la región, calificó la situación como «extremadamente peligrosa» y pidió moderación a todas las partes para evitar una escalada del conflicto, considerando que ahora mismo se están celebrando el Pesaj y el Ramadán, las celebraciones religiosas más importantes para judíos y musulmanes, respectivamente.

El plan de paz de China

De momento, los bombardeos sobre Gaza han sido condenados por la Liga Árabe y los países de Oriente Próximo, pero salvo China, ningún otro peso pesado de la política internacional ha llamado a la paz o ha advertido de las consecuencias que podría entrañar un recrudecimiento de las hostilidades.

Este viernes, Zhai Jun, enviado especial de China para asuntos de Medio Oriente, expuso el plan de paz del gigante asiático para poner fin al conflicto entre Palestina e Israel.

En un comunicado divulgado por la Cancillería china, Zhai puntualizó que la «forma fundamental» para solucionar el problema es a través de la «implementación de la solución de dos Estados y el establecimiento de un Estado independiente de Palestina».

En la misma línea, Beijing exhortó a las partes, pero especialmente a Israel, a «mantener la calma y ejercer la moderación» para evitar una escalada.

En relación con el rol de la comunidad internacional, el gobierno chino considera que sus miembros están obligados a «actuar con un mayor sentido de urgencia, prestar atención a las preocupaciones legítimas de Palestina y tomar medidas reales para cumplir la promesa al pueblo palestino».

«Los principales países con influencia [en la cuestión] deben asumir sus responsabilidades, adoptar una posición justa y desempeñar el papel que les corresponde para facilitar la reanudación de las conversaciones de paz entre Palestina e Israel sobre la base de la solución de dos Estados«, destacó el diplomático.

Finalmente, ratificó que la administración de Xi Jinping «continuará haciendo esfuerzos incansables para facilitar una resolución adecuada de la cuestión palestina en una fecha próxima».

China ha incrementado visiblemente su influencia en Oriente Medio, una región donde Estados Unidos solía tener la última palabra. Así, el pasado marzo, la mediación de Beijing se tradujo en la reanudación de las relaciones bilaterales entre Arabia Saudita e Irán, que estaban rotas desde 2016.

(LaIguana.TV)