La angustia terminó para convertirse en felicidad. A Naylluw Polanco  “le volvió la vida” al encontrar sano y salvo a su hijo, de cuatro meses de nacido, en  la sede de la Comandancia de la Policía de La Guajira,  Colombia, a donde se trasladó, acompañada por su pareja y padre del niño, Gustavo Reverol, y  una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). 

 

“Lo primero que hice fue abrazarlo mucho y llorar de alegría. A lo que olió  mi pecho enseguida tuve que amamantarlo. Fue muy hermoso”, contó la mujer a PANORAMA, casi 12 horas después de haber llegado de Paraguachón, frontera que divide a Venezuela con Colombia, donde les entregaron al bebé.

 

“Esto no se lo deseo a ninguna madre y le doy gracias a Dios porque con el poder la oración todo se puede”, agregó.

 

Mientras tanto, Gustavo Reverol agradecía la labor de los cuerpos de seguridad y al consulado de Colombia por ayudarlos a encontrar al último de sus seis niños.

 

“Nos avisaron el lunes  a las 8:00 de la noche que el niño había sido encontrado en Ríohacha y salimos a las 6:15 de la mañana  (del martes) para ir a buscarlo con los cicpc. Tenía mis dudas, porque  veía muy difícil que apareciera tan rápido, pero a lo que lo vi  confirmé que  era mi hijo”, relató.

 

“Esos siete días (que estuvo en manos de sus captores) se nos convirtieron  en mil años”, agregó.
Reverol dijo que al llegar les notificaron que  fue una oficial de la Policía de Infancia y Adolescencia la que encontró al bebé llorando en una calle del barrio Libertador de Ríohacha, cuando hacía su ronda.

 

Sin embargo, una reseña publicada por el Diario del Norte, del vecino país, informó que “la comunidad de Libertador estuvo consternada al encontrar en una de las terrazas de una vivienda del sector a un niño de unos 4 meses  de nacido con un letrero que decía: Este bebé es de Venezuela, por favor entregarlo urgente”. 

 

“Menos mal que dos semanas antes le habíamos tomado unas fotos”, afirmó  Henry Jordán, uno de los vecinos que desde el primer momento de la desaparición, en la granja La Muchachita, ubicada en el parcelamiento El Rosario, de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo, se movilizó en su búsqueda. 

 

“Creemos que la gente que lo tenía se asustó por la presión que se ejerció con la policía. Ya lo habían negociado por 500 mil pesos, que al cambio son 130 mil bolívares”, afirmó sorprendido.

 

Sobre las mujeres que se  lo llevaron no se sabe nada. El Ministerio Público, según una nota de prensa,  logró la privativa  de  libertad de Emilet Karina Vergara, de 38 años, por su presunta participación en la trata del bebé.

 

Ahora, la rutina de los  Reverol Polanco vuelve a ser la misma en medio de la pobreza que los rodea. Lo que les preocupa es  no tener dónde vivir. Por el momento, los vecinos les cedieron una pieza y les prestaron un colchón donde duermen con sus seis niños,  pero pronto tendrán que desocuparla, pues sus dueños están por regresar.  

 

Dijeron que para quienes deseen tenderles una mano pueden comunicarse a los siguientes números telefónicos: 0416-0199490, de Ramón López, cuñado de Reverol;  y al 04262228198, de Henry Jordán, vecino. 

 

(Panorama)

 

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