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Con la muerte de El Picure el Gobierno nacional se anotó un exitazo, que no pudo ser mingoneado ni siquiera porque de inmediato se activaron varios medios privados de comunicación y sus respectivas webs, varias organizaciones no gubernamentales e individualidades a tratar de minimizar la acción o para tratar de sembrar dudas sobre la forma en que ocurrió la muerte y los derechos humanos. Y fue un exitazo, entre otras cosas, porque bastante que se dijo, no se sabe aún si con razón o por pura especulación, que El Picure estaba apadrinado por unos “chivos” militares, que tenía contactos en la policía y hasta en el Ministerio del Interior.

 

Ahora, la cosa no puede quedar en la muerte de José Antonio Tovar Colina (“El Picure”), hay que ir ahora tras la búsqueda de Juvenal, el Niño Guerrero, el Koala, Lucifer, el Coqui; hay que estar pendiente de quién va a reemplazar a El Picure; hay que aprovechar para extremar los controles en las cárceles, sobre todo en Tocorón y la PGV; hay que mantener monitoreados permanentemente a los hampones de Primero de Mayo, El Valle y la Cota 905.

 

Por cierto que estuvo circulando por las redes un supuesto comunicado firmado por Lucifer, líder criminal de El Valle, en el que insta a atentar contra todo lo que tenga uniforme o vehículos que digan “uso oficial”. Hay que estar vigilantes.

 

Otro éxito rotundo del Gobierno venezolano esta semana lo constituyó sin duda alguna la muerte de Jámilton Suárez Ulloa, criminal paramilitar de nacionalidad ecuatoriana conocido como “El Topo” y que era buscado activamente en varias regiones del país, e incluso a través de Interpol, por el asesinato de 17 mineros de la población de El Callao, en el estado Bolívar. Suárez Ulloa habría muerto junto a tres integrantes de su banda en un enfrentamiento con agentes del Sebin, cuando regresó al estado Bolívar en busca de unos fusiles que había dejado enterrados. El tiroteo ocurrió el viernes.

 

Bachaqueros. Esta semana fui a Makro y me impresionó que mientras a los ciudadanos comunes y silvestres nos venden solo dos paquetes de pasta, harina o de arroz, a los supuestos comerciantes les venden varias pacas del producto. Me pregunto: ¿Makro les vende estas pacas a fin de que estos vendan los productos en sus bodegas a precio de bachaqueros de Petare o del mercado de Chacao? No es justo. Hay que exigirles que le vendan a todo el mundo al detal.

 

Hampómetro. Me reportan que en la urbanización La Urbina, entre los barrios 5 de Julio y 19 de Abril, opera una peligrosa banda de ladrones de vehículos en plena vía pública y que en cosa de 24 horas ya tienen vendidos los autos que se roban.

 

Desde la avenida Baralt, y dale con la Baralt, me escribe un usuario para denunciar que hay unos buhoneros por los lados de Quinta Crespo que operan en combinación con las bandas de asaltantes de camioneticas y que, con total desparpajo, venden los celulares u otros objetos que les roban a los pasajeros.

 

Desde la urbanización Las Mercedes me escribe una usuaria para denunciar a las mafias de la construcción que operan con total impunidad en las numerosas obras que se levantan en la zona. “Estos individuos se mueven en camionetas lujosas y siempre están escoltados por matones. Deciden todo lo relacionado con las plazas de trabajo, quiénes entran, quiénes no, y adicionalmente les cobran vacuna a los contratistas, quienes deben meter en nómina a un grupo de personas que ellos ni siquiera llegan a conocer nunca, pero a quienes hay que pagarles su semana como si hubiesen laborado”

 

Por Willmer Poleo Zerpa

 

(ÚN)

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