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Cuanto más tiempo pasamos navegando en la red social Facebook, más predispuestos y propensos nos volvemos a sentir celos en nuestras relaciones de pareja. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado en la Universidad de Guelph, Canadá, que señala que los celos se vuelven más compulsivos en la medida en que la vigilancia del perfil de la pareja en Facebook aumenta, pues cualquier nuevo mensaje o fotografía que se publica en el “muro” pueden ser sacados de contexto y originar un ataque de celos.

 

Entre los más habituales desencadenantes de los celos se encuentran las escenas ambiguas entre la pareja y sus ex compañeros sentimentales, situaciones que se dan muchísimo en esta red social. Amy Muise, autora de esta investigación, llego a la conclusión de que, en el contexto de una relación sentimental de pareja, exponer a la pareja a todo el contenido de carácter personal que se encuentra en Facebook incrementa las sospechas.

 

Muise aclara: “El problema está en que ahora los individuos tienen acceso a más información sobre las ex parejas y amigos de sus actuales compañeros de la que en el pasado podían conocer por otros medios” y aconseja al respecto que si se respetan los espacios compartidos de la pareja, no cuesta aceptar el espacio dedicado al ocio virtual del otro.

 

“Los celos digitales son iguales de dañinos que los presenciales, y no menos dolorosos. La pareja se ve afectada por la duda y la desconfianza. Y el celoso suele atormentar al otro con reproches, acusándolo de dirigir su deseo hacia otros y asfixiándolo mediante el control” Y recomiendan los especialistas, que cuando una pareja está inmersa en una crisis a causa de los celos virtuales, hay que exponer el problema claramente cuanto antes.

 

“Es fundamental una buena comunicación y que procuren ser muy empáticos uno con el otro. Ese es un momento adecuado para redefinir los límites del vínculo de pareja. Solo así se reforzara la seguridad y el cariño y se aclararan las situaciones que ofrezcan dudas. Y, por supuesto, debemos tener muy claro que la pareja necesita oxígeno para que cada uno tenga su espacio individual y un espacio compartido. Si se respetan los espacios compartidos y hay buena comunicación, no cuesta aceptar el espacio individual del otro, incluido el que se dedica al ocio virtual” resume la Dra. Muise, de una forma concisa.

 

(sexlecciones.com)