El Instituto Antonio Próvolo de La Plata fue allanado este jueves en el marco de la investigación por el abuso sexual de al menos 28 menores de edad, ocurridos cuando eran alumnos de ese colegio religioso destinado a hipoacúsicos. El operativo estuvo a cargo de oficiales de la Delegación de Investigaciones de la Policía bonaerense y de la Policía Científica, junto con la fiscal Cecilia Corfield, de la UFIyJ N° 15 platense. 

 

Fuentes de la investigación explicaron a Clarín que durante el allanamiento se secuestraron legajos de docentes y de alumnos, y que fueron peritos arquitectos para comprobar que las descripciones edilicias hechas por las víctimas coincidieran con el edificio, aunque contemplando las reformas hechas en los últimos años.

 

Esas mismas fuentes detallaron que siete víctimas denunciaron ante la UFIyJ N° 15 de La Plata haber sido abusados cuando eran alumnos del Próvolo, y que esos abusos alcanzaron a al menos otros 21 alumnos. Los hechos denunciados se produjeron entre 1982 y 2002 en la sede platense del instituto católico cuya congregación -Compañía de María para la Educación de los Sordomudos- tiene sede central en Verona, Italia.

 

Según sostuvieron las fuentes, las siete víctimas que declararon señalaron como autores de los abusos a tres varones: un sacerdote y dos laicos. Los tres vivían en el instituto, y los laicos se habrían desempeñado como preceptores. Los tres están vivos. El sacerdote, de 83 años, fue trasladado a Verona. Aún no hay imputados en la causa: las fuentes explicaron que recabarán más testimonios -de alumnos y de docentes- y que a estas tres personas se les podrían imputar los delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores. Se estima que en un mes podrían imputarlos.

 

Fuentes policiales detallaron que durante el allanamiento se secuestraron biblioratos y certificados médicos con documentación desde 1987 hasta la actualidad. En 2007, el Instituto Próvolo de La Plata dejó de ser un internado en el que sus alumnos permanecían pupilos.

 

El Instituto Antonio Próvolo ya había sido noticia en la Argentina por hechos denunciados sobre su sede en Luján de Cuyo, Mendoza. En noviembre de 2016, fueron detenidos los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, junto a dos exempleados de la institución religiosa -Jorge Bordón y Armando Gómez-, acusados por violaciones, abusos sexuales y corrupción de menores. La justicia mendocina detectó a al menos una veintena de víctimas que tenían entre 4 y 17 años al momento de ser abusados. También se detuvo a la monja japonesa Kosaka Kumiko, imputada por encubrir los delitos.

 

De hecho, la causa que impulsó el allanamiento en La Plata tiene vínculo con la de Mendoza. Una de las víctimas que declaró en esa provincia denunció abusos sufridos en la sede bonaerense. La Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual mendocina entonces derivó el caso a La Plata, donde se inició la investigación.

 

En la causa que investiga lo ocurrido en Luján de Cuyo, fue incorporada como prueba una carta que envió la asociación de víctimas del Próvolo de Verona -donde también hubo sacerdotes que abusaron de sus alumnos hipoacúsicos- al obispo de esa ciudad italiana y al papa Francisco. En esa carta, enviada en 2014 al Vaticano, se consigna el nombre de sacerdotes acusados de ser abusadores sexuales dentro de la congregación que maneja los institutos. Entre otros, está el de Corradi, acusado de abusar en Verona, y se consigna su traslado a la Argentina.

 

“No respetan la tolerancia cero que pregona la Santa Sede con los abusos en la Iglesia”, empieza esa carta.

 

(Clarín)