Hace quince días Petare estaba tomado por funcionarios que desarrollaban operativos “anti-bachaqueo”. Pero al cierre del mes de septiembre, luego de dos horas de caminar la zona, se percibió que apenas unos cuantos rondaban el lugar: dos miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a la salida del Metro y unos cinco de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que pasaron por los alrededores del Puente de Petare sin hacer alguna parada. La operatividad de los efectivos volvió a bajar en la localidad y los bachaqueros se volvieron a aglomerar.

 

A pesar de los recientes procedimientos de seguridad que se han aplicado en Petare, en la visita realizada por el equipo web de Hinterlaces.com el 30 de septiembre se constató que los bachaqueros todavía hacían de las suyas en esta populosa zona, ofreciendo en su mayoría arroz (1 Kg) y aceite vegetal (1 L) a Bs 2.500 cada uno, sin importarles la presencia de policías y guardias nacionales.

 

Los funcionarios de la PNB no representan autoridad para los revendedores informales y especuladores, pues al verlos decían “no, esos son los nacionales, no hay nada”. Esta expresión fue suficiente para que los bachaqueros continuaran sus actividades ilícitas con normalidad.

 

Ventas insalubres

 

En Petare, y otras tantas zonas de la Capital, es muy evidente cómo se elude el Decreto N°39.454 en el que se prohíbe la venta informal, ambulante o eventual, que “no garantice el cumplimiento de los precios establecidos por el Ejecutivo Nacional y las condiciones de higiene y salubridad de los alimentos para el consumo humano declarados de primera necesidad”.

 

Durante el más reciente recorrido se observó que en la parte baja del barrio caraqueño (Municipio Sucre) los vendedores informales tenían alimentos entre muy bajas condiciones de salubridad e improvisaban algunas formas de “higiene”.

 

Entre los productos que exigen mayores condiciones higiénicas y que son vendidos por los buhoneros de la localidad sin precaución o refrigeración, cabe mencionar queso, pescado, mortadela, pollo y verduras. Los vendedores ambulantes petareños ofertaban estos artículos a la intemperie, cerca de las alcantarillas que suelen “cubrir” con cartones o entre el humo de vehículos. Algunos agarraban el pescado con las manos descubiertas y lo colocaban (sin tapar) en cavas o bandejas sin o con muy poco hielo.

 

Pese a lo establecido en las Normas de Buenas Prácticas de Fabricación, Almacenamiento y Transporte de Alimentos para Consumo Humano, publicada en la Gaceta Oficial N° 36.081; los buhoneros no recurren a implementos básicos para manipular alimentos como tapabocas, delantal, guantes o gorro; y sus utensilios de trabajo, como cuchillo y rebanadora, permanecen siempre al aire libre.

 

Productos de Brasil y Colombia en Petare

 

Se observó una gran cantidad de bachaqueros desde la salida del Metro Petare hasta la Redoma, con diversos alimentos entre los que se incluye el azúcar (Bs 2.800) y la harina de maíz (Bs 2.500); así como productos de higiene personal y del hogar tales como jabón de baño (Bs 1.200), desodorante (Bs 4 mil) y crema dental (Bs 900), principalmente.

 

Para el 30 de septiembre los bachaqueros además tenían a la venta champú (1,2 litros) a Bs 3 mil y café (500 gr) a Bs 5 mil -productos también escasos en comercios del territorio nacional-, pero eran muy pocos los revendedores especuladores que ofertaban estos artículos. Igualmente, la pasta corta 1 Kg (Bs 5.600) y la leche infantil en sus presentaciones de 400 gr (Bs 4 mil) y 900 gr (Bs 10 mil).

 

Durante el recorrido, se pudo notar la presencia de bachaqueros que mantenían con discresión u ocultos, dentro de bolsos o bolsas improvisadas, los productos que ofrecían. Algunos, a la altura del puente de Petare, todavía cambiaban o compraban artículos a quienes se acercaran a revenderles.

 

La cadena operativa e inflacionaria del bachaqueo comienza, en algunos casos, a las afueras de establecimientos de Petare donde algunas personas hacen largas colas para comprar, a precios regulados, artículos con alto índice de escasez para luego revenderlos a los bachaqueros de la localidad a un precio más elevado. En algunos casos, quienes compran en los comercios solo acuden a los bachaqueros a cambiar el producto por otro que necesiten. El artículo que finalmente queda en manos del revendedor especulador de Petare vuelve a ser vendido pero mucho más caro, hasta 373 veces por encima del valor regulado.

 

En Petare, según testimonios de los bachaqueros, se ofrecen artículos provenientes de lasbolsas de comida entregadas por los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (Clap), de Colombia (harina, café, azúcar) y de Brasil (azúcar). También se revenden artículos de la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (Casa) y de Empresas Polar.

 

(hinterlaces.com)

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