Un venezolano identificado como Carlos Rivero Izarra fue asesinado a tiros el pasado fin de semana en la población de Tibú, en el departamento del Norte de Santander, Colombia, cuando se encontraba “trabajando” en un parque ferial.

 

Según informan medios locales, Rivero Izarra llegó a Colombia el pasado sábado y se instaló en el parque Tomás María Vergara donde se desarrollaban las ferias de la población. En el lugar, el venezolano ubicó su tarantín y quiso atraer a lugareños con el juego de azar conocido como el “juego de la bolita”. 

 

“El parque estaba repleto de gente. El señor estuvo trabajando ahí todo el día y, supuestamente, ya le había quitado a una mujer 90 mil pesos, y a otro hombre unos 700 mil. Aunque fueron muchos los que perdieron dinero, pues el señor (el occiso) parece que tenía a varios ayudantes que jugaban y acertaban en el juego, lo que motivaba a otros a apostar, pero nunca ganaban”, afirmó un testigo a la prensa. 

 

Sin embargo, en medio del jolgorio uno de los presentes notó que el criollo estaba haciendo trampa y le reclamó. Rivero siguió haciendo apuestas y no respondió la inquietud. El hombre se marchó y al poco tiempo regresó con un arma que vació en la humanidad del venezolano. 

 

“Él regresó armado y sin mediar palabra le disparó varias veces. En ese momento todo se volvió un caos y las personas asistentes al parque corrieron en diferentes direcciones tratando de salvarse de las balas”, continúo narrando el testigo. 

 

El cuerpo sin vida del venezolano quedó tendido boca abajo en un charco de sangre. Los lugareños denuncian que los efectivos policiales que se encontraban en el sitio no actuaron para detener al culpable de este suceso. 

 

“En el parque había muchos policías, se supone que estaban para resguardar la seguridad de los asistentes, pero no fue así”, informaron los presentes.

 

(LaIguana.TV)