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En noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, asumiendo los Estados Partes que los niños, niñas y adolescentes tienen derechos claros, y que los mismos deben ser respetados a nivel universal.

 

Un año mas tarde, el 29 de septiembre de 1990, 27 días después de entrar en vigencia la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño se celebró en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, la Cumbre Mundial de la Infancia, con la presencia de Jefes de Estado, primeros ministros y dignatarios de más cien países del mundo, con la finalidad de consensuar compromisos, estrategias y políticas a favor de la niñez.

 

Aunque de que son muchos los acuerdos suscritos por los estados y organismos en las diferentes cumbres, es vergonzosa la actual situación de la niñez, en un mundo plagado de desigualdades, regido por un sistema cuya lógica es el privilegio de pocos sobre la desgracia de muchos.

 

Según la UNICEF, cada año nacen unos 132 millones de niños y niñas. Pero no todos viven en un mundo de ilusión y fantasía. Sino al contrario: uno de cada cuatro de esos menores vivirá en la pobreza y miseria más absoluta, con ingresos menores a un euro diario. Más de un tercio de esos niños no tienen qué comer; no acceden al agua potable ni a la sanidad, ni a una educación básica, ni a un mínimo de protección.

 

Uno de cada 12 niños muere antes de alcanzar los cinco años por causas perfectamente evitables.

 

40 de cada 100 nacimientos no se registran, con lo que esos niños no tienen una nacionalidad reconocida o una existencia oficial.

 

32 de cada 100 niños estarán desnutridos en sus cinco primeros años de vida, y el privilegio de alimentarse de leche materna en los tres primeros años de vida es algo a lo que no llega ni el 50% de los niños del mundo.

 

En la actualidad, hay unos 300.000 menores de edad (algunos sólo tienen siete años) que están involucrados en los conflictos de más de 30 países. Niños y niñas son raptados en las escuelas, los campos de refugiados o sus casas, y son entrenados para matar. Las niñas sufren abusos sexuales.

 

Muchos de niños del mundo, en lugar de ir a clase, trabajan. En los países en desarrollo, el 25% de los niños entre cinco y 14 años trabaja. La mitad de ellos, a tiempo completo.

 

(elperiodiquito.com)