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Son productos y alimentos cotidianos, que consumimos frecuentemente, ignorando sin embargo que pueden estar creando una adicción en nuestro cerebro.

 

#1 Refrescos azucarados:

 

El azúcar y el gas hacen de estos refrescos una de las adicciones alimentarias más extendidas en todo el mundo.

 

#2 Patatas fritas de bolsa:

 

Seguro que ya lo habías sospechado, pues rara es la ocasión en que después de abrir una bolsa de chips somos capaces de guardar algo para otra ocasión y no terminarla en el momento.

 

#3 Pizza:

 

Según un estudio llevado a cabo por la universidad de Michigan, comer pizza provoca una reacción en nuestro cerebro parecida a la que provoca el consumo de estupefacientes.

 

#4 Hamburguesa con queso:

 

Parecido caso es el de las hamburguesas, cuya ingesta actúa directamente sobre los centros de placer de nuestro cerebro.

 

#5 Chocolate:

 

¿A quién no le gusta el chocolate? A pesar de que tiene algunas propiedades beneficiosas cuando se consume con moderación, conviene ser precavidos con su consumo si no queremos desarrollar una adicción.

 

#6 Muffins:

 

Los muffins no podían faltar en esta lista: su forma, su textura, y que normalmente llevan chocolate son factores que los convierten en potencialmente adictivos.

 

#7 Cookies:

 

Prácticamente lo mismo pasa con las cookies, una delicia con la que es realmente difícil parar una vez se empieza.

 

#8 Bollitos:

 

Es recomendable evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de bollería industrial, sobre todo a edades tempranas.

 

#9 Helado:

 

Lo hemos visto infinidad de veces en las películas: es muy fácil caer en la tentación de agarrar la tarrina y una cuchara grande y no parar hasta que la hayamos acabado.

 

#10 Tartas:

Aunque requiere no poca fuerza de voluntad, no debemos tomar más de un pequeño trocito y solo en ocasiones especiales.

 

#11 Patatas Fritas:

 

No solo las chips, sino también las patatas fritas caseras: a consumir con moderación.

 

#12 Bacon:

 

Su sabor es irresistible pero su altísimo índice de grasas hace totalmente desaconsejable su consumo frecuente.

 

#13 Pollo Frito:

 

Es una comida fácil de preparar o encontrar en cadenas de comida rápida, y es precisamente por ello que debemos ser especialmente fuertes si no queremos acabar comiéndolo todos los días.

 

#14 Pechuga de Pollo:

 

Aunque ciertamente puede prepararse de manera saludable, no deja de crear un cierto grado de adicción.

 

#15 Chuletas:

 

Como dice el refrán, «una vez al año no hace daño»… ¡pero no más!

 

#16 Palomitas:

 

Las palomitas de maíz son un vicio en toda regla. No pasa nada si solo las comemos una vez a la semana mientras vemos una película en el cine, pero deberíamos evitar a toda costa tenerlas a mano en casa, puede ser demasiado tentador.

 

#17 Frutos Secos:

 

Ya sean pipas de girasol, nueces, cacahuetes, pistachos… parar a tiempo cuando estamos comiendo frutos secos es prácticamente imposible.

 

#18 Queso:

 

Sea cual sea nuestro preferido, el queso es un clásico a la hora del picoteo y muy recurrente para calmar el hambre entre comidas… ¡Cuidado!

 

#19 Huevos:

 

Reconocemos que los huevos nos han pillado un poco de sorpresa y que es difícil evitarlos… ¡hay demasiadas cosas que llevan huevo!

 

#20 Cereales del desayuno:

 

Su altísimo contenido en azúcares refinados hace de los cereales comerciales más comunes una adicción en la que es muy fácil caer.

 

#21 Barritas de Cereales:

 

Lo mismo pasa con las barritas de cereales, siempre que optemos por las versiones industriales en lugar de prepararlas en casa con ingredientes que nosotros mismos hayamos seleccionado.

 

#22 Azúcar Moreno:

 

Estamos habituados a pensar que es una alternativa recomendable al azúcar blanco, pero lo cierto es que es igualmente adictivo.

 

#23 Gominolas:

 

Todos las hemos comido cuando eramos pequeños; seguir haciéndolo en la edad adulta puede significar que estamos ‘enganchados’.

 

#24 Pretzel:

 

Darse un atracón de pretzels es tan fácil como hacerlo de frutos secos, con la diferencia de que este pequeño aperitivo no presenta nada beneficioso para nuestra salud.

 

#25 Crackers:

 

Exactamente igual pasa con las galletitas saladas, también conocidas como crackers.

 

#26 Agua:

 

Sí, por increíble que parezca también se puede desarrollar una adicción al agua (conocida como «potomanía»).

 

#27 Maíz:

 

Imposible resistirse a una mazorca de maíz con sal y mantequilla, ¿verdad?

 

#28 Salmón:

 

Aunque su consumo es muy recomendado por las innumerables propiedades beneficiosas que presenta para la salud, su sabor es tan particular que puede crear una adicción en ciertas personas.

 

#29 Plátano:

 

También la fruta puede ser adictiva, y el plátano es una de las que más.

 

#30 Fresas:

 

Las fresas lo son igualmente, mucho más cuando van acompañadas de nata o azúcar.

 

#31 Manzana:

 

Otra de las frutas más adictivas es la manzana.

 

#32 Brócoli:

 

Tus hijos no quieren verlo ni en pintura y aún así el brócoli puede llegar a ser una adicción para algunos de sus consumidores.

 

#33 Judías Verdes:

 

Entre los vegetales, las judías verdes pueden llegar a ser uno de los más adictivos.

 

#34 Zanahorias:

 

Las zanahorias también han encontrado su puesto en esta lista. No obstante, es justo decir que si vas a hacerte adicto a algo, mejor que sea a las zanahorias…

 

#35 Pepino:

 

Y para terminar, ¡el pepino!

 

(Rebañando)