El sultanato de Brunei ordenó castigar, a partir de la próxima semana, con la pena de muerte por lapidación el adulterio y la homosexualidad.

 

De acuerdo con las autoridades, el nuevo y severo código penal también prescribe la amputación por robo: la mano derecha por una primera infracción y el pie izquierdo por una segunda infracción. 

 

Si bien la homosexualidad ya es ilegal en Brunéi, ahora se convertirá en un delito capital y será solo aplicada a los musulmanes.

 

Tras esta decisión, la reacción en contra por parte de los grupos de defensa de los derechos humanos no se hicieron esperar.  Amnistía Internacional instó a Brunéi a que «detenga de inmediato» la aplicación de estos castigos.

 

«Legalizar semejantes penas crueles e inhumanas es algo atroz», dijo en un comunicado Rachel Chhoa-Howard, responsable de este país en la organización .

 

«Algunas de las posibles» ofensas «ni siquiera deberían considerarse crímenes, incluido el sexo consensual entre adultos del mismo género», añadió.

 

El sultanato anunció las medidas por primera vez en 2013, pero la aplicación se retrasó varios años para que los funcionarios resolvieran los detalles de la ley y por la oposición de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

 

Esta no es la primera vez que Brunei anuncia medidas extremas contra la población, en 2015 prohibió las celebraciones excesivas de Navidad por temor a que los musulmanes se «desviaran».  

 

(LaIguana.TV)